Un beso diferente - Relatos Eróticos

Un beso diferente

Nunca había pasado por mi mente tener un encuentro sexual con una mujer, una, por mi definición sexual y otra por los prejuicios con los que había sido criada. Eduardo siempre me proponía que hiciéramos un trio con una mujer a lo que yo me negaba rotundamente. Él me decía que no había diferencia entre besar y tocar a un hombre o a una mujer, pero él qué sabía si nunca había estado con alguien de su mismo sexo. ¿Me haré lesbiana si estoy con otra mujer? Era la pregunta que siempre me hacía, aunque honestamente el tener un encuentro con alguien del mismo sexo, no era algo que me quitara el sueño.
Ese sábado Eduardo me comenta que una pareja nos había invitado a compartir una fiesta privada los 4. Le pedí que me mostrara una fotografía de ellos, se veían personas serias y muy agradables, además sus edades eran las que buscábamos.
Ella, Almendra, era una mujer de cabello rubio rizado, contextura media, senos más bien pequeños y un trasero muy bien moldeado a su figura. Alexis, era de contextura delgada, sus pectorales muy marcados, no muy peludo, como a mí me gusta, una pequeña barba y un pene con el tamaño ideal para mí. Eran una pareja sencilla, no muy cercanos al ambiente sw, pero si, con experiencia en intercambios de pareja. En nuestro caso las experiencias vividas eran más tríos HMH que intercambios de parejas, sobre todo por mis prejuicios hacia las mujeres bicuriosas. Hasta ese momento no podía entender como una mujer podía interactuar con otra mujer sin perder su ...

... condición de hetero, quizás por mi ignorancia sobre el tema o por mis prejuicios, pero algo que no comprendía.
El encuentro sería en su departamento, un departamento ubicado frente al mar, donde incluso se podía sentir el ruido de las olas. Habían ambientado una habitación para nuestra mini fiesta sexual, una cama King donde los cuatro estaríamos muy cómodos, un sillón del amor, luz tenue y en una mesita velas encendidas que propiciaban un ambiente relajado, pero a la vez muy hot.

Llegamos como las diez de la noche, ella vestía un vestido blanco con transparencias donde se podían apreciar sus senos, ya que no usaba sostén. Él una camisa negra y jeans. Yo más recatada quise usar un vestido corto pantis negras y unos tacones medianos para así resaltar un poco mi figura y Eduardo una camisa azul y jeans.
Nos servimos unos tragos, y compartimos primero en el living una conversación relajada y muy agradable.
Almendra me invita a conocer la habitación que tenían preparada y a conocer sus disfraces que le gustaba usar para sus juegos sexuales y me propone ambas vestirnos de escolar y darles la sorpresa a nuestros hombres, yo accedí, lo encontré alucinante y muy atrevido, sabía que tanto Eduardo como Alexis disfrutarían mucho con nuestra propuesta.
Mientras cambiaba mi ropa sentía su mirada, eso me hacía sentir muy nerviosa, no sabía si seguir con el juego o dejar todo hasta ahí, pero las cosas se estaban dando muy bien y solo me dejé llevar. Regresamos al living y ambos hombres ...