Un beso diferente - Relatos Eróticos

Un beso diferente

... solo quería que esa mujer me hiciera suya solamente. Ella cambia de postura, se pone sobre mí y coloca su vagina en mi boca y la empiezo a lamer y con mis manos a tocar sus senos. Ya en esos momentos me había olvidado de Eduardo y Alexis, pero al tener mis ojos vendados mis sentidos se agudizaron y lograba sentir como ambos se masturbaban en un lugar de la habitación, pero la verdad quería seguir sintiendo esa sensación de placer que me entregaba Almendra y no preocuparme de lo que ellos hacían. Comencé a hacerle sexo oral y ella empezó a gemir y a moverse, quizás teniendo las mismas sensaciones que yo estaba sintiendo. Nos tocábamos y lamiamos y no 
parábamos de gemir.
Luego se reincorpora y cruza mis piernas con las de ella y empieza a rozar su vagina con la mía, ambas húmedas, primero muy lentamente y aumentando sus roces y movimientos cada vez más, tocaba mis nalgas e introducía sus dedos en mi ano. Yo de puro placer sentía como mi corazón se agitaba, llegando a tener la sensación de que me iba a desmayar, pero logre controlarme y solo me dejé llevar por el exquisito momento que estaba viviendo, ella me quito la venda de mis ojos y logre ver su cara de satisfacción lo que me hizo acabar de una manera jamás imaginaba y de manera seguida ella también acabo.
Se dejo caer sobre mí y me besa, un beso, diferente, un beso apasionado, un beso que solo una mujer satisfecha puede dar, a lo cual lo devolví de la misma forma que ella me lo daba a mí. Fue mi forma de agradecerle ese gran momento que me había hecho sentir.