1. Mi excitante paseo por la playa con mamá


    Fecha: 21/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jorgecaliente69, Fuente: xHamster

    ... violada:¡No, no, por favor, no!Y contuvo la respiración al sentirse penetrada, exhalando un sonoro:¡Aaaaahhhhh!Se agitó, intentando desmontarle, a impulsos como si fueran ataques epilépticos, pero el hombre, sujetándola con el peso de su cuerpo y con su cipote dentro de ella, comenzó a moverse arriba y abajo, adelante y atrás, una y otra vez, a follársela.El culo fibroso del tío subía y bajaba, subía y bajaba, entre las piernas abiertas de ella, follándosela.La escuché jadear, sin fuerzas ya ni para chillar, y el tipo, incansable, continúo follándosela sin que yo hiciera nada por impedirlo, solamente disfrutando, angustiado pero vicioso, con mi miembro erecto de lo que estaba viendo.Nadie pasaba por allí, nadie al que se pudiera hipócritamente acudir. Quizá los que venían caminando por la orilla al ver en la distancia lo que estaba sucediendo, prefirieron darse la vuelta y no meterse en problemas. Al fin y al cabo, no era asunto de ellos, no les estaban violando a ellos. Además solo los tontos buscan problemas.No tardó mucho en finalizar, y lo hizo con un gruñido. No la desmontó enseguida, sino que gozó durante casi un minuto del polvo que la había echado, mientras la sobaba insistentemente las tetas.Te ha gustado, ¿verdad?, ¡puta calentorra, zorra calientapollas!Ante el silencio de mi madre, el hombre la desmontó y se levantó, sin dejar de mirarla las tetas y el coño que se acababa de follar.Se giró hacia donde estaba su bañador y caminó, con la verga colgando morcillona y ...
    ... mirando al agua que tenía a sus pies, hasta que cogió su bañador y, desandando el camino con él en la mano, salió a la orilla, no sin antes amenazar a mi madre.La próxima vez que te vea por la playa será mucho mejor, ¡guarra!, vete preparando.En la orilla se puso tranquilamente el bañador y le vi alejarse a buen ritmo, continuando su paseo por la orilla, sin mirar hacia atrás.No sabía qué hacer y me quedé quieto durante un buen rato, hasta que mi madre comenzó a moverse, a limpiarse la entrepierna con agua de mar.La escuché llorar mientras lo hacía, y, al acabar se sentó en el agua, abrazándose a sus piernas dobladas y pegadas al cuerpo, apoyando su cabeza en una de sus rodillas.Flotando me fui poco a poco acercándome temeroso a ella y, al escucharme, me dijo en voz baja:Por favor, dame mi bañador.No lo tengo.La respondí también en voz baja y, como no me respondía, continué, hablando atropelladamente, otra vez angustiado.No tengo ni el tuyo ni el mío. No se donde están, se fueron flotando, pero ... voy ahora a buscarlos.Y, más bien huyendo de ella, me levanté del agua y me dispuse otra vez a buscarlos.Sabía que no los encontraría, pero estuve un buen rato buscando infructuosamente por el mar, mirando también hacia la orilla, sin querer prestar atención a la gente que pasaba por la orilla y me miraba, cuchicheando con sus acompañantes.No me atrevía a volver con mi madre, que ahora otra vez estaba tumbada flotando en el agua, pero al final, volví con ella para darla la noticia ...
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