Pregunta Comprometida 2 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 2

... razón? ¡Y me calentaste! ¿Te la puedo mamar ahora?
-Si, como quieras. Pero quiero que me hagás una cubana…
-Pero poquito. Quiero pajearte con la lengua y los labios…
-Está bien. - Me acomodé sobre las tetas. Puse la pija entre ellas y juntos, con nuestras manos… -sus manos sobre las mías-,  las movíamos pajeándome.
-Bueno, basta. Ponela en la boca. - Me corrí un poquito más hacia su cabeza. Laura me tomó de los glúteos y abrió la boca. Los labios húmedos se ofrecían generosos. Me lamía el glande, daba pequeños besitos, volvía a lamer y entraba lentamente la pija. Una de las manos la puso en el tronco. Con la otra fue hacía su concha a alentarse con una pajeada de clítoris. Ya no me tomaba del culo. Yo estaba dispuesto a cojerle la boca. Entrar y salir, entra y saca, como si fuera su concha o su culo. Muy suave. Quería sentir como aprieta el glande con los labios, y luego, como acariciaba el tronco con la lengua. 
-¡Es divino, tesoro!
-¡Mmmmmm! ¡Aug, aug! ¡Mmmmmmmm! – Se la sacó de la boca. - ¡Me encanta la cogida bucal! Te la tengo con la mano para que no la metás hasta la garganta cuando acabés, porque me va a dar arcadas. Así puedo tragar mejor.
Seguimos con la cogida bucal. Laura me tenía muy fuerte el tronco y no podía entrar más que lo que su mano permitía. Tenía razón. ¡Si me agarraba la sacudida se la enterraría hasta el esófago! Hilos de saliva corría por sus comisuras. Laura abría los ojos y sonreía. Se la volvió a sacar para hablar. 
-No me digás cuando te ...

... venga. Quiero adivinar. - Seguimos…, entra, saca, entra, saca…
Sentía que estaba casi a punto. Laura me apretaba la base del tronco, para retrasar la eyaculación… Pero no pude aguantar más…
-¡Mmmmm! ¡Aggg! ¡Aagggahhh! - Me agarró fuerte y no dejó que entrara más de lo que podía con su mano.
Sentí las sacudidas y como el semen se alojaba en su boca. Al tener libre la garganta, tragaba sin drama. Tragaba y lamía, tragaba y besaba. Cuando ya no quedó una gota, retiró la pija de la boca…
-¡Aaahhhhhh! – Respiró hondo. - ¡Como me gusta! ¡Qué rica es! ¡Quisiera seguir tragando…!
	Ahora sí. Los dos quedamos “tirados”. Lauri me besó zalameramente, para que yo también tuviera el gusto de mi semen. Nos abrazamos y tratamos de regularizar nuestra respiración. 
Varios minutos quietos, abrazados pero sin movernos. En algún momento pensé en la hora… ¿serían las tres de la madrugada? Supongo que Laura no se iría hasta que amaneciera.
-¡Ahora contame que hiciste para levantarte a tu suegra! – Era imperativa.
-Pero… tesoro… ¿no vas a dormir? Por mí podés quedarte todo el día… pero si vas al kiosco tendrías que dormir…
-Le diré a Clara que me reemplace. Seguí con el relato… así me calentás otra vez…
-¡Jajaja! Sospecho que no vamos a dormir…
-Eso espero…, así que seguí…
Tenía que ocurrírseme algo. No podía ir de buenas a primera, así como así. La primera oportunidad se dio cuando Noelia iría con un par de compañeras de la escuela…
-¿Estaba estudiando?
-No. Había terminado bellas ...