Markos 2- Primera vez con un hombre - Relatos Eróticos

Markos 2- Primera vez con un hombre

... este hombre?”, solo sabía que eso me gustaba y me excitaba aún más el saber que no debería estar haciendo eso.  Me excitaba ver como de mi pene colgaba algo de precum, sabía que aquello me estaba dejando muy cachonda. 
A un cierto momento sus embestidas fueron más fuertes y lentas. Y Comencé a notar como su pene se movía dentro de mí, soltando varios chorros de semen, Yo estaba en el cielo sabiendo que mi hombre estaba quedándose satisfecho, me susurró “ya estas preñadita putita “a lo que solté un gemido muy fuerte.
En eso que me dejo sobre el piso chorreando su semen entre mis piernas, se fue a limpiar y acto seguido comenzó a comerme el culo y a masturbarme. Se sentía muy rica su lengua en mi ano, pensar en que solo le importaba ahora complacer a su chica. De pronto comencé a eyacular sobre la toalla, fue muy intenso y tenía espasmos, me quedé allí tumbado unos minutos. Me limpié, me vestí, y dejé a mi hombre sentado en el sofá viendo la tele, desnudo con su tonificado cuerpo y su pene aun semierecto y brillando. Antes de irme se despidió con un beso profundo que, aunque me sentó raro me dejo loca y me pregunto que, si me gusta ser su chica, yo le respondí que si con un guiño antes de cerrar la puerta. 

La segunda vez fue más intensa incluso. Me escribió al móvil unos días más tarde, estuvimos charlando y la conversación se tornó más caliente, me dijo que quería que volviese, que esta vez la iba a gozar mucho más aún, yo deseando volver a ser suya acepte su ...

... invitación.
Llegue a su casa una tarde, él se veía bien vestido con un polo, me invito a pasar y me ofreció algo de beber, yo estaba emocionadísimo porque sabía lo que iba a pasar de un momento para otro.  
Me ofreció unas prendas, y me dijo que me vería mucho mejor con ellas, yo ilusionada acepté. Me metí en su cuarto para vestirme, se trataba de un top de tirantes rosa, con un collar tipo chofer, un short blanco que se ceñía haciéndome buen culo, un brassier y tangas rojos y una bolsita con cosas básicas de maquillaje, me pinté de forma discreta ya que no tenía experiencia. 
Me calce mis Converse y salí del cuarto. Hector se quedó asombrado, me cogió de la cintura, me hizo dar un par de vueltas y me decía lo bella que era, yo solo podía soltar una risita y sonrojarme. A esto me empezó a dar pequeños besos en el cuello y luego en la boca, me metió la mano dentro del top y decidí quitármelo, me lamió el pecho y me desengancho el brassier, fue una sensación maravillosa dejarlo caer sobre el suelo y quedarme medio desnuda para él. Me puse frente al sofá mostrándole mi culito, me bajé los shorts lentamente y el comenzó a sobarme el culo y darme unos azotes, yo ponía caras cachondas para él.
Me subí de rodillas al sofá y me bajé el tanga, dejando al descubierto mi culo. Lo empecé a acariciar a abrirme las nalgas para que viera mi ano. Madre mía, me encantaba hacer eso para él, darle ganas enseñándole lo que se iba a follar, me sentía toda una perra lista para su macho. Él se quedó ...