NOELIA Y SUSY SE PUSIERON DE ACUERDO - Relatos Eróticos

NOELIA Y SUSY SE PUSIERON DE ACUERDO

... elucubraciones filosóficas… ¡basta! Así qué contame como terminaron tus trampas y trampitas…
-En esa época me podía mandar cinco eyaculaciones en media hora…
-¡Genial!
-Pero se transformó en un problema, problemón, problemita…
-Uy… ¿sí? ¿Y qué hiciste luego? ¿Con tu amante y tu mujer?
-No sigás con preguntas comprometidas…
-Es solo curiosidad. Tu vida no terminó ahí…
-Claro…, no…, pero se complicó la cosa… por mi glotonería… siempre goloso de conchas…
-¡Jajaja! Dale, contame…
-¡Uy! ¿Otra vez?
-¡Si! ¡Dale, dale! ¡Me gusta y quiero que me contés! ¡Me calienta!
“Hacía tres o cuatro semanas que nos “encontrábamos” con Susy. Muchas veces, por lo menos una vez por semana, Noelia y yo quedamos solos en la vivienda, porque la mamá salía de compras o a visitar algún pariente. “Vamos al sofá.” Noelia sabía que era un clásico, como para cambiar de “ambiente”. El sofá era grande y cómodo, revestido de cuero. ¡Cuero, cuero…! no imitación. En aquellos tiempos, si bien era caro un sofá de cuero, no era tan prohibitivo como ahora, además el padre de Noelia lo había conseguido por alguien a quien le había hecho un trabajo. Era una gran cosa ¡fácil de limpiar! Aunque a veces, cuando nos acordábamos, poníamos una sábana. “¡Dale, acostate!” Completamente desnudos, Noelia me dio la “orden”, y cumplí con su deseo, semi sentado, apoyando la espalda y la cabeza en uno de los apoyabrazos. Noelia rápidamente se agachó a chupar para ponerme al palo. Lo hacía muy bien. Estas mamadas y ...

... chupadas es lo que más hacíamos durante los años “clandestinos”, pues era lo más fácil, teniendo en cuenta que no podíamos tener nada mejor. Primero se agachó frente a mi cara para que la chupara un poco… y la humedeciera adecuadamente. Sé acostó de espalda sobre mí, apoyando su cabeza en mi pecho. Levantó las piernas y guió la pija a su culo. Perfecto. Ya se había puesto la cremita… Apoyándose en los talones y en los brazos, manos y  cabeza, comenzó a mover sus caderas. Arriba, abajo, arriba, abajo, y yo entraba y salía de su exquisito culito. Una maravilla. Sabía lo que pasaría. No era la primera vez. Noelia, luego de, más o menos, unos quince bombeos, se arqueó. Al quedar con menos peso sobre mis caderas me erguí yo también. ¡Era su orgasmo! Sin tocarse siquiera, solo al sentirme dentro y en esa exótica postura, no se podía contener…, ni quería contenerse… Se sentó sobre mi vientre, sin sacársela. Se inclinó sobre mis piernas, y apoyando las manos sobre mí, comenzó un suave galope. Fue aumentando de velocidad. Y el nuevo orgasmo coincidió con mi eyaculación… “¡Ay, ay! ¡Qué lindo! ¡Cómo me gusta sentirte todo adentro! ¡Es glorioso! ¡El paraíso! ¡Lo mejor!” ¡Genial! Nos quedamos abrazados sobre el sofá. Ya habrá tiempo de limpiarlo. Abrazados y besándonos…, nuestro amor y pasión era total. ¡Éramos tan jóvenes!” 
-¡Pero eso no lo hiciste conmigo! – Laura hacía oír su protesta.
-Ya va llegar. Tenemos todo el día.
-¡No quiero esperar todo el día!
-Dejame terminar… por favor… ...