NOELIA Y SUSY SE PUSIERON DE ACUERDO - Relatos Eróticos

NOELIA Y SUSY SE PUSIERON DE ACUERDO

... mí. La tomé de las caderas y la acomodé bien. Mi trabajo con la lengua comenzó. “¿Viste mami? ¿Te gusta?” “¡Muy lindo!” Yo estaba enloquecido. ¡Mi mujer en mi choto y mi suegra en mi boca! ¡Noelia sabía muy bien cómo me calentaba ante este tipo de morbo! Aunque no sabía -eso creía- lo que hacía con la mamá, yo no quería adelantar nada. ¡Qué las cosas ocurrieran cuándo correspondan! Hace una semana yo no tenía la menor idea que cosas como estas podrían suceder. “¡No acabés! ¡Espera! ¡Hace fuerza!” “¡Agarramela fuerte!” Eso quería decir que tenía que apretar fuerte en la base del tronco, junto a los testículos, para retrasar la eyaculación. “¡Siiii, clarooooo! ¡Ahora viene lo lindo, mami!” Se levantó y se inclinó hacia la pija. “Mami, vení, ponete del otro lado.” “¿Qué?” “Si, dale, agachate como yo. Dani tiene una lechita riquísima.” Como si fuera la primera vez y estuviera súper avergonzada, Susy se agacho, al igual que Noelia, pero del otro lado. ¡Yo no daba más! La nena me besaba el glande y pasada la lengua. “Dale mami, hacé así. Vas a ver que rico…, ¡riquísimo!” Susy lo hizo. “¡Mmmmmmmm!” “Si, así, dale, ...

... ¡muy bien!” Madre e hija besando, lamiendo y chupando… ¡glorioso! ¡Y las bocas bien abiertas! “Sacá la lengua.” Le puso la pija sobre la lengua a su madre. ¡No aguanté más! ¡Le mandé todo el semen adentro! “¡No tragués todo! ¡Cerrá la boca y pasame un poco a mí!” Por encima de mis piernas, Susy y su hija se besaron., intercambiando saliva y semen. ¡Entonces tragaron las dos! “¡Jajaja! ¿Te gustó? ¿Viste que rico?” “¡Siiii! ¡Es muy rica!” Susy está totalmente de acuerdo. “¿Viste cuántos cosas lindas hacemos con Dani? ¡Nos amamos tanto!” “Si, lo sé, me doy cuenta… ¡y me pone muy feliz!” Susy ya estaba totalmente enganchada. “Si, si, queremos que estés feliz. Siempre… siempre…” Noelia alentaba la participación de la mamá. “Ustedes son maravillosas, y a mí también me hacen muy feliz.” Yo daba mi opinión totalmente “interesada”. “¿Te gusta que mamá esté con nosotros?” “Si mi amor. Es maravilloso.” “Así que ya sabés, ¿eh? Cuando quieras, tengas ganas, vení a jugar con nosotros. Vas a ver cómo nos divertiremos los tres.” Noelia siempre daba un paso más. Yo soñaba con todo lo que podría hacer con semejante mujeres.