MIS BAJAS PASIONES (EL TRABAJO I)
Fecha: 23/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues
... disfrutando, los veía con cara de sorpresa pero eso no era motivo para que dejara de hacer mi quehacer. Don Pedro también se dio cuenta y los regañó, ora cabrones, sáquense de aquí, me van a espantar a la puta, no sean mirones, no chinguen, que chingaos quieren, yo únicamente me saqué su pene de mi boca pero seguí dándole lengüetazos en la punta, mientras con una mano lo sujetaba masturbándolo y con la otra intentaba taparme mis tetas. Disculpe don Pedro, es que queríamos ver, ya va a empezar el partido final y pues queríamos ver si nos iba a acompañar, pero creo que no disculpe, usted también señorita. Ya lárguense, luego los alcanzó, cabrones mirones. Los pobres se retiraron pero no podían dejar de verme, se notaba que también ellos se habían sorprendido. Yo sólo les sonreía y antes de que se salieran volví a meterme a la boca esa hermosa tranca y moviendo mi cabeza con rapidez, reanudé mi labor con dedicación, no me importó que los señores me siguieran viendo mientras salían, me sentía excitadísima y quería que también ellos disfrutaran viéndome ahí, hincada en el suelo mamando la verga a ese señor que apenas acababa de conocer. Reanudé mi trabajo con mayor rapidez, con mis manos empecé a acariciar el abdomen de Pedro y sin darme cuenta de mi boca empezaron a salir gemidos cada vez más fuertes. De pronto don Pedro me tomó de los hombros para que me levantara, me dio la vuelta para quedar de espalda a él y sentí como bajaba sus manos hasta llegar a mi culo, pensé que me ...
... iba a meter un dedo en mi rajita y me incliné un poco para que se le hiciera más fácil, pero lo que empezó a hacer fue a bajarme el entallado pantalón, poco a poco lo deslizó hasta llevarlo al suelo, yo levanté mi pies y me lo terminé de quitar. Me quedé sólo con mi tanguita puesta y mis tacones, don Pedro se terminó de quitar su ropa y me llevó al sillón que estaba frente a nosotros. Sin que él me pidiera nada me puse de rodillas sobre el asiento y me quedé quieta esperando que me cogiera, quería que su verga me penetrara hasta mis entrañas, quería que me hiciera suya, quería darle todo el placer que el buscaba y que yo deseaba igual que él. Con una mano me quité el cabello de encima de mi cara y lo volteé a ver, abrí mi boca y nuevamente pasé mi lengua por mis labios esperando que me penetrara con su hermosa verga. Te gusta que te cojan de perrito, eh, eres una perra, eres una puta caliente, aquí tengo lo que deseas, tómala. Me empezó a coger con lentitud, poco a poco me introducía su tranca y yo con mis manos me habría mis nalgas para recibir más y más de ese hermoso pedazo de carne. Cuando la tuve toda adentro, empecé a moverme en círculos para disfrutarla totalmente, era enorme y me hacía delirar de locura, mi boca no dejaba de emitir gemidos y escuchaba que Pedro tenía la respiración cortada diciéndome cosas que casi no entendía. No mames, estás buenísima, te gusta mi verga, eh, puta, te gusta, te encanta verdad, eres increíble, no mames. Yo sólo sentía su verga entrar y ...