de gerente a puta en un fin de semana - Relatos Eróticos

de gerente a puta en un fin de semana

... milímetro de piel, soy una ejecutiva respetada sin acostarme con un solo tipo. Soy la mujer que soñé ser siempre. 

En esas ideas de triunfo y éxito estaba mi mente cuando alcancé a ver mi reflejo en la tv apagada, pude ver lo lindas que se veían mis zapatillas nuevas, como un rayo me llega a la mente un impulso sexual, fue como una chispa, fue como un golpe en el vientre. Nunca antes me he permitido esa clase de pensamientos, si alguna vez llega alguno a mi cabeza pues lo normal es seducir  a mi marido y el mismo me quite esas ideas con una placentera sesión de sexo sin ruido, (desde que nació nuestra primera hija nos acostumbramos a tener sexo muy de noche y sin hacer ruido para no despertar a nadie), la posición sexual que siempre usamos es la del misionero, casi siempre el baja su pijama hasta casi las rodillas y casi nunca me desviste totalmente (nunca) nos acostumbramos a apresurarnos a un orgasmo y sin decir mas nos acomodamos las pijamas y nos acomodamos para dormir, llevamos años así.

En ese momento decidí masturbarme. 

No lo hago muy a menudo, mas bien NO LO HAGO NUNCA. En primera nunca estoy a solas, en segundo lugar, no me parece una practica sana o moralmente correcta (no se porque) mi mama decía que los genitales son sagrados y dios los pone para generar vida, aunque el diablo los quiera usar como juguetes. (cuanto daño me hizo este dicharacho). 

Esa tarde, estaba muy a solas, muy festiva y muy sexy, quería darme ese regalo, quería experimentar algo ...

... que solo yo disfrutara y que nadie mas se enterara, me recosté y comencé a tocarme las tetas, luego lo hice con mi vagina y juguetee con mi clítoris un rato hasta que me dio una especie de orgasmo combinado con culpa o vergüenza o no se que. Me levante y acomode mi ropa y decidí huir de la escena, acomode mi cabello y baje al bar del hotel a ver si con un traguito de anís se me pasaba esa ansiedad.

Cuando entré al bar pude ver que el Sr Martínez estaba sentado en una de las mesas conversando con 2 señores mas, el Sr Martínez tenia una camisa blanca con las mangas enrolladas en sus brazos y su corbata ya no estaba pendiendo de su cuello, eso era una señal de que ya no era horario laboral.  

En cuanto entre al área de bar ellos voltearon a verme y yo esquive las miradas como de costumbre, ellos regresaron a su conversación y no me dedicaron una sola mirada mas.
Yo estuve sentada ahí por mas de 40 minutos y nadie de ellos volteo a verme una sola vez, yo pensaba y pensaba a solas, ahí me di cuenta de que no se coquetear, no se filtrear con los hombres, se muy bien como esquivarlos o como evadirlos, pero no se como atraerlos, hoy me gustaría filtrear con ellos y divertirme un poco, hoy me apetece eso y no se como hacerlo, soy muy miedosa, tengo muchas instrucciones de decencia y buenas costumbres dictadas por mi mama, pero mi mama no me enseño que también puede ser divertido coquetear y sentirte deseada de vez en cuando.  hoy a mis 42 años me atreví a comprarme unos zapatos ...