de gerente a puta en un fin de semana - Relatos Eróticos

de gerente a puta en un fin de semana

... altos, a los mismos 42 años no me atrevo a disfrutar mi cuerpo masturbándome a solas, me da miedo eso también, me llego a la cabeza la idea de que cuando me atreva a divertirme plenamente y sin los consejos de mi madre ya seré demasiado vieja y haga un ridículo, de pronto el Sr Martínez se levanta y se va hacia el pasillo de baños, mi corazón latió de una manera rara, no se porque sentí una emoción o un cosquilleo inquietante. Intempestivamente me levante y decidí interceptarlo a la salida, pensé en esperarlo en el pasillo y ahí saludarlo de manera casual, justo ahí estaba paradita, escondida de los otros 2 amigos del Sr Martínez, cuando me aterro la idea de que uno de ellos viniera al baño y me sorprendiera asechando a mi presa, eso me dio aun mas vergüenza, así que una vez mas y sin pensar nada, me metí al baño de caballeros y encontré al Sr. Martínez lavando sus manos, el con cara de confusión o asombro me quería hacer saber que me equivoque de baño, pero yo me acerque a el a toda prisa y sin mas ni mas le dije al oído “Sr. Martínez, cuando usted  se desocupe, por favor alcánceme en la habitación 915, lo espero” le di un pequeño beso en la mejilla y salí a toda prisa  del baño. 

Salí del bar con la cara de color tomate, nunca pensé atreverme a tanto, no se como junté el valor, no se porque lo hice, en el elevador tenia ganas de llorar, tenia ganas de guardar todas mis cosas y salir corriendo y nunca jamás volver a Monterrey, estaba aterrada, en mi cabeza había ideas ...

... como la de que el Sr. Martínez conociera a mi marido y ahora mismo le estuviera llamando para contarle o alguna idea como la de que el Sr. Martínez me reportara como prostituta al hotel y me vinieran a sacar y exhibir, NO SE! Pensé chocomil estupideces en un viaje que iba del lobby al piso 19.


Entre a toda prisa a mi habitación y con el corazón desbordándose, sentía que ahí mismo me daría un infarto, ya no sabia que hacer, ya me había arrepentido de mi atrevimiento y ya no quería seguir con mi aventura, estaba por salir de ahí y huir para siempre, ¿Qué diría mi madre de mi conducta? Que diría mi padre? Que dirían en la iglesia? Mi marido?, mis hijas? Todo había sido una terrible idea, pero de pronto, entre tanto caos mental, pude sentir que mi ropa interior estaba muy mojada, era humedad de excitación, eso era algo inusual en mi, pero esa simple sensación me llevo a pensar en una siguiente idea, “mis calzones no son los mas lindos ni los mas adecuados para la seducción”, ¿Qué va a decir el Sr. Martínez cuando vea mis calzones feos y húmedos? Así que a toda prisa me los quité y corrí a mi maleta a buscar otros mas decentes y secos, justo en esa prisa estaba, cuando llamaron a la puerta de mi cuarto, era el, ya no había escapatoria, mientras caminaba los 4 pasos para llegar a la puerta pensé “Al diablo mi mama y todos los demás, al diablo la iglesia y las buenas costumbres, esta tarde seré una puta y nadie tiene por que enterarse”.

Abrí la puerta y dejé pasar al Sr. ...