1. SR,VILLANUEVA


    Fecha: 23/01/2018, Categorías: Incesto Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    Aún recuerdo cuando deje de trabajar como edecán y decidí buscar otros rumbos sin duda había decidido ser una ejecutiva. Un día tuve que quedarme a trabajar más del tiempo normal, los malditos papeles me encadenaron al escritorio. Por dentro maldecía hacerlo aunque tenía que ponerle cara linda a mi jefe, un cuarentón bien parecido, divorciado y para quien la vida era solamente su oficina, un teléfono, un fax y una computadora. Hablábamos muy poco al cabo del día, simplemente charlas laborales, apenas sabíamos sobre la vida del otro, sólo los chismes de la gente de la oficina. Unos decían que su mujer lo había dejado aburrida de la rutina, otros, que ella era una retraída y quien se había cansado era él. Estaba agotada pero aún quedaban algunos documentos para terminar, el Sr. Villanueva debía cerrar un negocio al otro día y los necesitaba a primera hora. Un poco de música me haría bien, coloqué el cd en la computadora para apagar el silencio que trajo consigo la noche. Sonó el celular, era chuy. ¡Valery, aún estás ahí! te estoy esperando en casa, ¿te falta mucho? Hermanito, tengo al menos para una hora más, en ese caso, la película que traje la miraré solito mientras espero que llegues. ¿Película? No sé por qué pero algo me dice que no es precisamente una de ¿acción? No tontita, es una porno, las imágenes recorrieron mi cabeza, se erizó mi piel, quería salir ya de la oficina y solo atine en decirle: trataré de llegar lo antes posible. Ok, hasta pronto. Suena el ...
    ... intercomunicador me llama el Sr. Villanueva, Valery, por favor, venga a mi oficina. Llevé conmigo los documentos que ya había terminado, supuse que quería revisarlos. Siéntese Valery: dijo sonriendo. Me sorprendió, no era común ver una sonrisa en su boca, su gesto siempre era serio, opaco, gris como su traje. Checo los documentos e hizo algunos comentarios sobre las condiciones del negocio del día siguiente. Yo miraba el reloj de reojo, quería irme. Cuando pensé que daría por terminado el trabajo, me paré. Sr. Villanueva, si ya no me necesita, me retiro. Entiendo su apuro Valery, yo saldría corriendo ahora mismo por esa puerta si alguien me esperara en casa pronto para una noche de placer. ¡Señor! De qué habla, sabe que no soy casada. No se asuste, oí sin querer su conversación, la puerta estaba entre abierta y alcance a escuchar lo que le decía Chuy, espero que no se moleste. Es que, ya lo sé, estuve mal en hacerlo, pero confieso que casi muero de envidia. ¿Envidia? Sí, Valery, envidia de su novio, hace tiempo que me siento atraído por Ud. pero nunca me animé a decírselo, temía que me rechazara y dejara el trabajo. ¿Y por qué lo hace ahora? Su conversación, sus piernas, su escote. Sin decir más, se paró y se acercó a mí, pasó un brazo por mi cintura, me atrajo hacia él con fuerza y me besó. Al principio sentí rechazo, hice fuerza para alejarme, no me dejaba. Volvió a besarme, cuando acercó más su cuerpo al mío noté la brutal erección que tenía. Su lengua escrutaba mi boca, lamía mis ...
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