Mi hermano, su esposa y yo. - Relatos Eróticos

Mi hermano, su esposa y yo.

yo, hombre casado de 32 años de edad y sin experiencia en relaciones extramaritales siempre me había gustado mi cuñada. ella con 35 años de edad es de piel blanca, bajita, cabello rubio y delgada. eso no quiere decir que no tenga un cuerpo muy bien formado con una cintura de diez y unas nalgas de 100. mi hermano e, qué así lo llamaré es mayor que yo por 4 años, desde pequeños siempre fue mi mentor en todo lo concerniente a la vida; eso incluye todo lo que puedan imaginar. s, que también así llamaré a mi cuñada es la segunda esposa de mi hermano. desde que se juntaron y la conocí por primera vez me llamo la atención, su seguridad, plática y confianza que me proporcionaba era excitante. ella tiene dos hijos pequeños de 6 y 3 años. coincidiendo en profesión y en el lugar de trabajo, mi hermano y yo siempre teníamos platicas interesantes, el y yo somos arquitectos y ella enfermera, por lo que yo pasaba mucho tiempo compartiendo con su familia. siendo un día de abril mi hermano e, me invitó a pasar el fin de semana a unas albercas. como vivimos en un lugar muy caluroso y rural la invitación fue más que aceptada, por lo que al otro día que llegue a su casa listo para ir a refrescarnos a las aguas de un poblado cercano me sorprendió ver a mi cuñada con un short de mezclilla muy pequeño que no dejaba nada a la imaginación y digo esto porque en lo que ella iba y venía preparando las cosas de mis sobrinos el pequeño short se le subía dejando ver el principio de sus nalgas que salían de ...

... esa diminuta prenda; era una vista fabulosa capaz de quedarse horas y horas viendo y disfrutando tan bello paisaje, paisaje que me hacía temblar de emoción y que le permitía a mi pene tener pequeños espasmos, me excitaba mucho verla así, sus piernas blancas muy bien torneadas, la redondez de sus nalgas y la adrenalina que sentía de cuidarme que mi hermano no me viera deseando a su mujer hacia el momento muy excitante, así estuve todo el tiempo que subimos las cosas para irnos de paseo. dentro del carro fui de copiloto de mi hermano, motivo por el cual no me dejo ver a mi cuñada que venia con mis sobrinos en la parte de atrás, como han saber quería voltear y verle cómo estaba sentada, sabia muy bien que con el short pequeño que llevaba ahora podría ver más de cerca el frente de ella; la parte de sus piernas cercanas a su vagina. con esa atmósfera de deseo a mi cuñada nos dirigimos al poblado próximo y coincidimos llegar a una de las pocas albercas qué hay en el lugar. te parece bien dijo mi hermano, y yo como no pensaba nada más que en llegar y seguir disfrutando a mi cuñada le dije esta bien, donde ustedes gusten. así, sin mas descendimos del carro y me ofrecí ayudarla a bajar todas las cosas que mi cuñada había preparado, ella con un movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa me dijo esta bien ayúdame con esto que está muy pesado. cuando terminamos de bajar todo, di cuenta que éramos los únicos en el lugar, la alberca estaba para nosotros solos, podría ver a mis anchas a mi ...