1. Mi hermano, su esposa y yo.


    Fecha: 11/07/2021, Categorías: Tus Relatos Autor: Anomino, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... imaginando tan bella escena me encontraba de espaldas a la puerta, fue el preciso momento en que escuché se abrió la puerta, mi primera reacción fue voltear y decir está ocupado, pero vi entrar desnuda a m, mi cuñada…estaba ahí frente a mi mirándome y cerrando con llave la puerta me dijo… puedo bañarme contigo y yo con la adrenalina a tope le dije si, fue cuando me di la vuelta mostrándome de frente, vi cómo ella miraba mi falo erguido y con mucho deseo, lo que todo había imaginado se estaba haciendo realidad, dando unos pasos hacia mi y viendo que mi pene estaba muy parado me lo agarro, para ese momento mi corazón latía a mil, no pude decirle  nada más, pero mi pensamiento me decía sabrá mi hermano de esto? Pero ese pensamiento hacia que mi pene creciera más, me exitaba saber que mi hermano sabía de ello, fue cuando entonces sentí la boca de mi cuñada en mi pene, me deleite ver cómo se hundía la cabeza de mi falo en su boca tan pequeña, vi cómo lo chupaba y después de unas cuantas veces que lo tuvo en su boca se levantó y me dijo con esa risa pícara que me había regalado en la alberca…me la metes. No había terminado la frase cuando la tome de las nalgadas la levante hasta mi cintura y ella misma acomodó mi falo en su vagina y se fue clavando poco a poco, mi falo erecto y todo en mí agradecía tan bello regalo. cada centímetro que se metía en la vagina le daba placer inmenso, pude observar su cuerpo temblar, sus ojos cerrados y concentrada en que la penetración no fuera ...
    ... dolorosa vi que estaba disfrutando, después de unos segundos de ser cuidadosa sentí que ya me había tragado todo, los 17 centímetros de mi virilidad los había desaparecido, lo que tanto había esperado ya estaba sucediendo. sin movimiento nos quedamos así, clavada ella en mi y yo disfrutando de su calor interior quedamos inmóviles solo disfrutando  del agua que caía sobre nosotros, el beso obligado se dio entre los dos y la imagen de ella sobre mi quedo tatuado en mi cerebro, yo mido 1.78 de altura y ella 148, motivó a que el vaivén de nuestras cinturas se diera de manera más limpia y más prolongada. ella agarrada de mi cuello y yo de sus nalgas nos fundimos en un solo cuerpo sentí como su trasero golpeaba en mis muslos y su vagina abierta recibía mi falo. a pesar de lo húmeda que estaba pude sentir el poder de sus músculos vaginales; en cada movimiento de su cadera succionaba cada milímetro de mi pene, reclamaba el néctar de mi cuerpo, me estaba chupando con la vagina, sabiendo que no tendría más fuerza para controlar el acto, la tomé con toda mi fuerza y la clave una y otra ves sobre mi, solo escuchaba pequeños gemidos y sollozos, como queriendo ocultar su estancia en el baño, ahora era todo muy fuerte, ya no había cuidado en entrar y salir de ella, su vagina se había acostumbrado al grueso y largo de mi pene, los gemidos que producía ahora eran más fuertes y más intensos, fue cuando di cuenta que la fuerza con que la cogía y mi virilidad estaban haciendo el efecto deseado,  vi ...