1. EL ASALTO


    Fecha: 13/07/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Aquiles, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tenía que cumplir con mi misión y depositar mi… óbolo en la alcancía-
    
    -Y claro, la alcancía te lo agradecía ¿no?-
    
    -Bueno. Debo decir que en aquel tiempo teníamos un sexo muy ardiente. Lo hacíamos por todas partes de la casa y a toda hora, pero cuando empezó a ser por obligación, dejó de ser tan divertido-
    
    -Me lo imagino- dijo Mimi, moviéndose.
    
    -El caso es que después de un tiempo de intentarlo sin éxito- continué      -empezamos a ir a ver a los médicos y averiguamos que soy estéril-
    
    -¡Ooooh, no puede ser! ¿Eres estéril?-
    
    -Completamente-
    
    -Cuando descubrimos que yo no podía tener hijos, algo se rompió entre los dos. Yo le propuse adoptar y no quiso. También le propuse que usáramos un padre sustituto-
    
    -¿Qué es eso?- preguntó curiosa.
    
    -Es utilizar el semen de otro hombre para fertilizar un óvulo de ella-
    
    -¡Huy! ¿Y tiene que acostarse con el otro?-
    
    -Jajaja- respondí -No, sólo se necesita el líquido, no la inyectadora-
    
    -¿La inyectadora? No entiendo-
    
    Entonces fui yo el que moví las caderas para que ella sintiera mi güevo moviéndose allá abajo, entonces se le prendió el bombillo.
    
    -¡Ahhh, claro!, jajaja, ¡qué pendeja!-
    
    Esa fue la primera vez que ambos reconocimos que mi güevo le podía trasmitir “señales” y que éstas eran percibidas por ella de una manera muy agradable. 
    
    -El caso es que tampoco quiso- continué.
    
    -Espera, espera. ¿Eso quiere decir que a ti no te hubiese importado criar al hijo de otro hombre?- preguntó.
    
    -Claro que ...
    ... no. Obviamente a mi me gustaría tener mis propios hijos, pero si no puedo, puedo criar unos niños que serían igualmente mis hijos-
    
    -Ooohh… eso me parece muy bonito- 
    
    -El caso es que tampoco quiso que fuésemos por el camino de la inseminación artificial-
    
    -¿Y entonces?-
    
    -Ella se deprimió mucho, empezó a tomar pastillas. Perdió el interés en mí y en todo. Ya no hacíamos el amor tan frecuentemente como antes. Vaya que ya NO hacíamos el amor nunca. A veces, yo iniciaba y ella se… dejaba, ¿me entiendes?, simplemente abría las piernas, pero no participaba. Era como cogerse a una muerta-
    
    -¿Pero qué le pasó?- preguntó Mimi curiosa.
    
    -No sé. Perdió la emoción de vivir. Finalmente me dijo que quería divorciarse e ir a buscar el sentido de la vida con una secta religiosa o algo así. Eso fue hace tres años y nunca supe más de ella-
    
    -Pero qué triste- dijo Mimi mientras se movía nuevamente. Sus movimientos no eran ya porque estuviera incómoda, sino por placer. Con su clítoris presionado contra mi güevo, cuando se movía una oleada de placer se disparaba en sus terminales nerviosos y le inundaban todo el cuerpo. 
    
    Pero todavía se sentía incómoda… mentalmente. Yo era su jefe y estábamos así porque unos asaltantes nos habían amarrado juntos, no porque estuviésemos enamorados o algo así. Sentir placer en este momento no le parecía bien, pero ni su cuerpo ni el mío entendían eso. El placer era real y no podía evitarlo. Adicionalmente, conforme pasaba el tiempo éste se hacía ...
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