EL ASALTO
Fecha: 13/07/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Aquiles, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... dándole y pronto ella tenía casi toda la boca libre.
-Aaaahhh- gritó Mimi abriendo mucho la boca. Una parte de la cinta le colgaba todavía pegada a la mitad de la cara, pero ya podía hablar.
-Gracias, gracias- me dijo -estaba desesperada-
-Hmhmhm- respondí.
-Ok, ok. Déjame ver si ahora yo te puedo quitar la tuya. Ahora podemos usar lo dientes- me dijo sonriendo.
-Hmmj- dije afirmando alegre con la cabeza. Era increíble cómo ese pequeño avance nos animaba.
-A ver… voltea la cabeza al otro lado… mmm no. Creo que es más fácil es el otro lado-
Le sonreí, con los ojos claro, y volteé al lado que ella me decía.
Nuevamente nuestros torsos se deslizaron un poco y sus senos volvieron a rozar contra mi pecho, lo que generó una muy agradable sensación.
-A ver… levanta más la cabeza… ok-
Entonces sentí sus dientes contra la parte baja de mi mandíbula, cerca de mi oreja izquierda, pero parecía no poder agarrar la cinta adhesiva.
-Mmmm. No se deja… tal vez si la humedezco un poco…-
Sentí su lengua mojándome toda la esa zona donde empezaba la cinta. Era una sensación un poco extraña: una persona lamiéndote la cara. Pero a pesar de la situación, poco a poco la sensación se fue transformando en algo un poco sensual y por primera vez, comencé a sentí una reacción entre mis piernas.
Obviamente, mi miembro había estaba en su mínima expresión durante todo el asalto. Inclusive, ahora pienso que cuando obligaron a Mimi a sentarse sobre mis piernas y a ...
... acomodarse contra mí, el güevo quedó aprisionado en el reducido espacio entre los dos. Y allí se permaneció todo el tiempo… hasta que ahora comenzaba a manifestarse. Primero fue la sensación de los senos de Mimi deslizándose contra mi pecho y ahora su lengua y sus dientes en mi cara. Por supuesto que no había nada erótico en la situación en que nos encontrábamos y tampoco en lo que hacíamos, pero él como siempre, interpretaba las cosas mal.
Por un momento me puse muy incómodo, preocupado de que Mimi se fuese a molestar conmigo, pero ella seguía en su esfuerzo de quitarme la cinta y empezaba a tener éxito. Poco a poco, la cinta se despegaba más y más. Me dolía mucho, pero ella no se había quejado mi una vez y yo no iba a quejarme.
-Ya casi estamos listos- dijo Mimi descansando un poco antes de seguir. La cinta despegada estaba a punto de llegar a mi boca y no veía el momento de poder hablar y respirar. Uno no se da cuenta de lo importante que es la boca para respirar hasta que no la puedes usar.
-Vamos- dijo Mimi, pero se detuvo -¿te dolió mucho?-
-Hmju- gruñí afirmando con la cabeza.
-Me di cuenta por tus ojos… estás llorando. Pero ahora te voy a humedecer la piel para ver si te duele menos-
Mimi comenzó otra vez a deslizar su lengua por el borde de toda el tape, recorriendo toda mi cara y humedeciéndome la piel con su saliva. En algunos sitios eso me producía cosquillas, en otros las cosquillas se convertían en una caricia. Por alguna razón, Mimi tuvo que elevar ...