CORTOS SEXUALES - Relatos Eróticos

CORTOS SEXUALES

... sensaciones extrañas.Al abrir los ojos me encontré con la cabeza de Vicente subiendo y bajando mientras mí verga aparecía y desaparecia dentro de su boca.Sin que yo alterara mí posición,Vicente se trepo sobre mí cuerpo y sentándose dirigía mí punta hacía su entrada.Su lengua me había provisto de una lubricación natural por lo que mí pija,en esta oportunidad,
resbalaba dentro suyo al tiempo que iba aumentando sus gemidos.Debido a sus violentos golpes que su culo daba sobre mí tronco,poco tuve que hacer hasta que ambas puntas descargaron su contenido Los míos volvieron a llenarlo.Los de él salpicaron mí torso hasta alcanzar mí cara._
A partir de este episodio,2 cosas sufrieron un fuerte aumento;los viajes de nuestras esposas y las apuestas con mí consuegro.A él siempre le tocó pagar._
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                     ISABEL 
Mis hijos,Andrés y Matías,durante mucho tiempo insistieron para que,luego de mí viudez,hace,ya varios años,fuera a vivir con alguno de ellos.Pero, siempre me negué.No porque no quisiera, sino,
para no convertirme en un obstáculo en sus vidas._
Recnozco,pero,no es una queja,que he llevado una vida social, sumamente,
limitada.Me circunscribi a las funciones de madre y esposa.Y en esas actividades fui feliz.Mi esposo fue un buen hombre,que se esforzó por ponerme al margen de las actualidades que toda sociedad vive, sufre y,también, disfruta.Dentro de ese plano, también,se desenvolvió mí vida sexual.Dado su,muy limitado,campo ...

... de acción,hasta el nombre me suena extravagante y grande.Pero,también, acepté la realidad que me tocó vivir.Cuando llegó el momento de estar sola,la situación no se me presentó como una novedad.Mis hijos,ya hombres,tienen cada uno su propia vida.Con el tiempo empecé,de a poco,a ampliar mis horizontes.Asi fue que en los servicios religiosos de los días domingos me enteré que a pocas cuadras de mí casa existe un hogar de asistencia a personas vulnerables.A mis,casi,70 años, consideré una buena posibilidad de valorizar mí tiempo,por lo cual, empecé a asistir para colaborar con lo que pudiera.Como fruto de una vida sana y ordenada  conservo una muy buena salud y mí cuerpo no presenta rasgos evidentes de vejez ,por lo que pronto me inserte en la realización de las diferentes necesidades del lugar.
A los pocos días,he conocido a Amelia, casi,de mí edad e igual de activa.No hemos tardado en hacernos amigas y empezar a juntarnos en el servicio dominical.Con el correr de los días hemos incorporado la costumbre de visitarnos en nuestros,respectivos domicilios.Igual que yo,ella también,vive sola.Lo que facilita nuestra libertad de movimiento.Este domingo,al termino del servicio,me ha invitado a almorzar en su casa.Obviamente, acepté y luego de hacer algunas compras en el mercado estamos las 2 abocadas a tareas culinarias.En verdad,que disfruto su compañía en gran medida.
A la tarde,luego de haber pasado un grato momento,me dispongo a regresar a mí casa.Los negros nubarrones que cubren ...