primera vez con un muchacho - Relatos Eróticos

primera vez con un muchacho

Hola... me llamo Dani, tengo 59 años casado con Patricia, de 56, hace ya más de 35. Nuestra relación siempre fue normal, sin problemas mayores, y en lo sexual hasta el día de hoy llevamos una vida muy activa para nuestra edad (no como cuando nos conocimos, por supuesto).

 

 Yo soy alto, cuerpo totalmente común, sin esos músculos de gimnasio, ni flaquito ni gordo. Mis ojos celestes siempre fueron lo más llamativo que tuve. Patricia está bien para su edad, algunos kilitos (no muchos) de más, pero nadie le da la edad que tiene.


Después de criar a nuestros tres hijos, cuando nos quedamos solos en casa, lejos de deprimirnos o nada parecido, empezamos a vivir mucho más plenamente, sobre todo en lo sexual.


Nunca fuimos muy rutinarios en ese tema, cuando éramos jóvenes hicimos algunas travesuras, como ir de viaje con unos amigos, dormir todos en la misma habitación, y hacer el amor ni bien se apagó la luz, sabiendo que nuestros amigos hacían lo mismo (nos pareció en esa época súper atrevido...); o hacer el amor en el mar, con gente alrededor que no se dieron cuenta de ello.


En los últimos años, me hice voyeur y candaulista... y disfruto fotografiando a mi esposa desnuda e intercambiando fotos con otros hombres. Patricia, que al principio no quiso, lugo estuvo de acuerdo y ya es algo normal que lo haga.


Este verano que pasó, y con todo el lío del virus corona que nos jodió a todos, alquilamos una cabaña en un lugar alejado, junto al mar. Había ahí sólo dos ...

... cabañas, con una pequeña pileta de natación y un parque con césped, y era muy tranquilo y limpio.
Nuestros vecinos, un matrimonio con su hijo adoleacente y su perrito, eran gente muy amable y no molestaban para nada.


La primera noche, luego de meternos en la pileta, y cenar con un buen vino, como no podía ser de otra manera, hicimos el amor con mi esposa, sin tener en cuenta apagar la luz (nunca lo hacemos), ni correr la cortina del ventanal que daba al parque. Cuando terminamos, me pareció que alguien estaba afuera mirando, pero no estuve seguro de ello. Le comenté a Patricia, y ella me dijo que le pareció lo mismo, en medio que hicimos un 69, y que por la calentura que teníamos los dos en ese momento, no me dijo nada (y en cierta manera la excitó). Dormimos desnudos, y no estaba oscuro porque la luna y una farola del parque iluminaban bastante.

A la mañana temprano, cuando me desperté, otra vez me pareció que nos estaban espiando...


A media mañana tuve que salir a la estación de servicio cercana, a comprar algunas cositas, y mi esposa, quiso quedarse un rato más en la cama, y después tomar un baño en el jakuzi que todavía no lo habíamos usado. Cuando volví, tuve una corazonada: me acerqué despacio, sin hacer ruido, y ahí lo vi... el hijo de los vecinos de la otra cabaña. Un muchachito de 16 o 17 años, espiando por el ventanal a mi esposa que estaba desnuda entrando al jakuzi y fotografiando cuánto que podía. Me vino a la mente partirle un palo en la cabeza, pero ...