Mamá y las nenas
Fecha: 21/07/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... vean que todas las mañanas hay un auto parado acá?
-¡Qué me importa! Ya te lo dije que nunca traje a nadie. ¿Por qué no puedo hacerlo ahora? ¿Eh?
Lorena se movía, acomodándose. Como para hablar, yo solamente necesitaba la boca…, para no desperdiciar nada, y que ella se sintiera “vacía” por algún momento, metí tres dedos de la mano derecha en la vulva… y con el pulgar le acariciaba el clítoris cuando retiraba la boca para hablar. Acomodé la izquierda para meterle un par de dedos en el ano… Lorena gemía suavemente entre palabra y palabra…
-¡Ahhh! ¡Así, mi amooooorrr, que lindo!
-Bueno…, veremos… - Acaricié el clítoris con la lengua. - Voy a intentarlo, Lori…, preciosa… Vos sabés… o lo suponés…, que…, cuando despertarnos, nos mandamos una buena sesión de cogida con Araceli…
-Si, por eso te digo… Le tengo envidia…, porque supongo que también lo hacen cuando se acuestan, ¿no?
-Claro. Araceli también es muy solicitante.
-¡Ayayay…! Te esperaré ansiosa… ¡papito!
-Y… ¿les vas a decir a las nenas que vengo todas las mañanas?
-¿Por qué no?
-¿Ellas se alientan con tu ejemplo? ¿Se dan manija? ¿No tiene chicos amigos… y… esas cosas…?
-Si, pero no cogen, porque las veces que lo hicieron no les gustó.
-¡Jajaja! ¡Se consuelan entre ellas!
-Y… si. A veces… Yo también les presto algunos juguetitos que tengo…, y bueno…, se conforman…
-¡Jajaja! ¡Qué mamá tan comprensiva!
-Le verdad…, te digo… que me gustaría que ellas tuvieran acceso a un buen sexo… con vos…, como yo ...
... ahora… ¿Quién va hacer algo tan lindo como vos?
-Pero…, vírgenes no son ¿no?
-No, no. En realidad, para que no tuvieran dolor, o se asustaran por la sangre, cuando les vino la menstruación, las desvirgué con un consolador. Era chiquito, para nenas, y no les hizo daño. Además estaba yo asistiendo. Les expliqué lo del himen y lo que pasaba…, y bueno…, no la pasaron mal.
-¿No sería mejor que lo hagan con algún muchachito? Yo soy bastante viejardo para ellas. - Por supuesto, me seguía haciendo el sota.
-Vos estás perfecto y estoy segura que la pasarían muy bien. No hay nadie tan amable y cariñoso como vos. Dale… ¿eh? Si… ¿lo harás?
-Vos pedís demasiado…
-¿Te molesta?
-No, para nada. Mi autoestima esta por los cielos…
-¡Jajaja! Sí, seguro…, pero yo pienso…, si las acariciás como hacés conmigo, ¡ELLAS se van a sentir en el cielo!
-También lo pensaré. – Decidí que hablaría con ellas…, sin que la mamá lo supieran. Tenía que ponerlas sobre aviso para que demuestren algo de “desconfianza”.
-¡Jajaja! ¡Vas a ver que sí. Le voy a decir a ellas que te lo propongan.
-¡Estás loca! ¡Se van a morir de vergüenza!
-No, porque saben que no hay nada de malo. Mientras no las dejés embarazadas…
-No me gusta usar condón.
-Ya lo sé. Les enseñaré cuáles son los días fértiles y cuando no hay peligro. Al final, si tenés ganas con alguna que esté en los días peligrosos, se la metés por el culo o le acabás en la boca. ¡Les va a gustar! - Hablaba suficientemente alto para que las nenas ...