Lorena y Gerardo. Más que hermana y hermano
Fecha: 25/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... al lado de la tuya, y cuando te corrías con Luis hacías mucho ruido. ¿Que, me dejas?
Lorena, se apiadó de su hermano, al fin y al cabo acababa de masturbarse pensando que la follaba.
-No sé qué hacer contigo. En el fondo me das pena. Mira, pero dos segundos.
Gerardo, se agachó y miro para las piernas.
Lorena, que tenía las piernas juntas, las abrió y apartó la bata para que su hermano viese sus piernas y sus bragas.
-¿Contento?
Mirando para el paraíso prohibido, Gerardo, le preguntó a su hermana:
-¿Me dejas darle un besito a tu panochita?
-¡Te doy un dedo y quieres comerme la panocha!
-Sólo besarla.
-Ni hablar.
-Verla.
-Menos.
-¿Y masajear tus pies?
Cerró las piernas.
-Se acabó. Ya te enseñé más de lo prudente.
-Abre otra vez las piernas que me toco y ya me corro.
Lorena, se levantó.
-Sal de ahí. ¡Recoge la mesa y lava los platos!
Gerardo, no rechistó, hizo lo que le dijo. Al acabar de fregar los platos fue a la sala, pero su hermana ya se había ido para cama. Miró un ratito la tele. Lorena no le salía de la cabeza.
Gerardo pasó por delante de la habitación de su hermana. La puerta estaba entreabierta y la luz encendida. Asomó la cabeza y vio que Lorena tenía un libro en la mano izquierda y la derecha la tenía tapada con las sábanas y la colcha. Le pareció que esa mano se movía a la altura de la panocha.
-¿Puedo pasar, Lore?
Lorena, se sobresaltó.
-¡No! Vete para tu habitación.
Gerardo, no le hizo ...
... caso, entró en la habitación y le preguntó:
-¿Qué lees?
-¡A ti que te importa! ¡¡Vete de mi habitación!!
Gerardo, se acercó a la cama. Lorena agachó el libro entre las sábanas. El joven, buscando el libro, le quitó la colcha y las sábanas de encima y vio que su hermana estaba desnuda.
-¡Hooostias! ¡¡Qué polvazo tienes!!
Lorena, se volvió a tapar, no sin que antes su hermano cogiese el libro y mirase su título.
-50 sombras de Grey. ¿Te estabas masturbando?
-¡Qué dices, chalado!
-Ese libro invita a que nos toquemos. Yo lo leí y...
-Ya me imagino lo que hiciste. Yo lo estoy leyendo porque me hablaron muy bien de él...
-Leyendo desnuda.
-Siempre duermo así. ¡Dame el libro y vete de mi habitación de una puñetera vez!
Gerardo la volvió a destapar. Le cogió la mano que tenía debajo de las sábanas -Lorena se volvió a tapar- y vio que tenía dos dedos mojados.
-¿Y esto qué es? -se los chupó- ¡Que rico! Tu jugo es como moco y sabe dulce. Nunca imaginé que el jugo de una mujer fuese tan delicioso.
Lorena, se puso cómo una fiera.
-¡¡Fuera de mi habitación, cerdo!!
-Cuando vuelva Luis y se lo cuente...
-¿Qué le vas a contar a mi marido?
-Que te pillé masturbándote y que probé tu jugo.
Lorena, se alarmó.
-¡¿Serías capaz?!
-¿Tú que crees?
-Yo ya no sé qué creer.
-Si te destapas y dejas que me haga una paja mirando para tus tetas y para tu panocha, seré como una tumba.
-¡Eres un chantajista!
-Yo diría que soy un ...