Como me convertí en una perrita sumisa
Fecha: 26/01/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Gays
Transexuales
Autor: Patricia_69, Fuente: xHamster
... que sobresalía de la tanguita- si yo creo que vos te morís de ganas de sentir una verga en el culo”. No respondí, en el fondo sabía que tenía razón, pero quería que fuera Carlos y no este tipo. Comencé a sentir sus manos ásperas masajeando mi cola, mientras decía cosas en mi oído. Y de pronto noté que lo que sentía subiendo y bajando entre mis nalgas era su pene, un enoooorme pene que parecía ya estar lubricado. En ese momento me olvidé de todo, que estaba en el medio de la nada, con un hombre desconocido, que aun creía que yo era una mujer y que me encontraba amarrada y sin poder soltarme; en realidad no estoy segura de que lo haya olvidado, solo era que esta situación me excitaba más aun. Comencé a contonear mi cola, aprisionando su pene entre mis nalgas y masajeándole su muy lubricada punta. El lo notó y en ese momento aflojo la soga y me obligó a arrodillarme. Se puso frente a mi y me ofreció su pene, yo no quería mamarselo, parecía no estar demasiado limpio pero el llevo mi cabeza sobre aquel mástil y no pude hacer otra cosa que introducirlo en mi boquita, tal vez podría haberme resistido un poco más, pero yo también estaba deseosa de sentir un pene por primera vez en mi boca, masajearlo con mi lengua y recorrerlo con ésta como si fuera una paleta y yo una nena a la que le gustan mucho este tipo de dulces. Tenía un olor muy penetrante, pero su sabor era algo único. Y ahí estaba yo, vestida de putita, en el medio de un monte, arrodillada, amarrada y succionando ...
... desesperadamente el pene de un hombre al que no conocía, pudo haber sido mi mejor fantasía erótica pero estaba pasando en realidad.Al cabo de un rato, se apartó de mi, diciéndome _”Espera putita que todavía no quiero acabar”. Me obligo a pararme, volvió a sujetar fuerte la soga, con mis brazos arriba, se colocó detrás de mi, hizo que abriera mis piernas y arrancó de un tirón la tanguita que llevaba puesta, se recostó sobre mi volviendo a meter su pene entre mis nalgas y llevo una de sus manos hacia delante, seguramente buscando encontrarse con mi vagina, pero mayúscula fue su sorpresa cuando se encontró con “mi clítoris”. _ “Así que con que estas traemos” dijo “Y no me habías avisado puta…ahora vas a saber lo que es el rigor”. Me dio unas nalgadas, luego se arrodilló detrás de mí para hurgar con su lengua en mi agujerito, se volvió a incorporar y sin previo aviso ni nada comencé a sentir como su pene se comenzó a abrir paso entre mis dos carnosas nalgas hasta toparse con mi ano y allí comenzar a taladrar con furia. Fue indescriptible, al principio sentí un fuego en mi colita y luego pude sentir como aquel gigante pene iba avanzando en mi interior. De pronto sentí su bello púbico sobre mis nalgas, esto me dio la pauta de que ya había ingresado todo y me hizo sentir muy perra, era este un presagio de que mi cola sería una maquina de devorar penes de ahí en más, y de que ningún macho que me hiciera el honor de prestarme su pene para que jugase con el saldría insatisfecho de mi interior. ...