Cogiendo con mi hijo -1
Fecha: 29/01/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Josefine, Fuente: CuentoRelatos
... pechos, mi clítoris, el agujero de mi culo, me chupaba los dedos con mis jugos y pensaba en Gustavo, hasta que de repente Gustavo no era más Gustavo, se iba transformando en Pablo, así como una esfumatura, el efecto del cine, la imagen de Pablo iba cobrando nitidez hasta representarse completa, vívida. Me besaba, me chupaba, me tocaba y me metía sus dedos y su pene. Lo chupaba, lo besaba, lo acariciaba, le comía esa pija que sabía enorme de ver su bulto en los calzoncillos. Yo estaba en un nivel de calentura del 100 por ciento y continué hasta tener un orgasmo pleno, brutal, delirante, que coincidió con la imagen de ver a mi hijo sacar su verga de mi concha y, arrodillado en la cama, apuntarla hacia mí para que sus chorros de leche tibia cayeran en mi boca, mi cara, mis tetas y mi abdomen, al tiempo que él estallaba en gemidos de placer al límite.
Quedé con un sentimiento extraño. Me criticaba por pensar en mi hijo haciéndome el amor, pero sentía que lo había disfrutado muchísimo. Pensando encontré la respuesta del por qué, o al menos eso creía. Pablo es muy parecido físicamente y de carácter a su padre. Ambos tienen buen físico, son atléticos, les gusta hacer deporte, son idénticos de cara, gesticulan igual, hablan de forma muy parecida, son buena gente los dos, lindos, amables, cariñosos, responsables... Y pensando en que me poseían los dos me encontré tocándome de nuevo, mojada, caliente y en cuestión de segundos nomás acabé mordiendo la almohada para que Sofía y Pablo ...
... no escuchasen mi grito de placer. Temblaba, estaba agitada y transpirada. Continué pensando aunque ya más relajada y me dije. Tengo necesidad de coger. Le prometí a mi hijo que no me fijaría en otro hombre que no fuera su padre. Pero como todo queda en familia, me sacaría las ganas con Pablo. Después de todo, él no pondría reparos: si el pendejo me estaba seduciendo!!!! Evidentemente no tendría ningún problema en cogerse a la perra de su madre, a esta puta calentona que necesitaba una buena dosis de pija en las próximas 48 horas o no cumpliría su promesa.
Sofí, mi linda Sofí, se fue a la escuela como todas las mañanas. Pablo entonces se despertó y en calzoncillos y con la típica erección de quien recién se levanta, comenzó a pasearse delante de mí en la cocina mientras le preparaba el desayuno. Abrió la heladera y sacó la caja de leche y bebió del pico. Me di cuenta de que dejó caer por la comisura de sus labios, un pequeño chorro de leche que se limpió con la mano mientras me miraba sonriente. De inmediato actué, le saque el cartón de la leche y lo dejé sobre la mesada. Le puse la palma de una mano en el pecho y lo empuje hacia atrás mirándolo con cara de perra
Me agarró de una muñeca y puso su otra mano en mi nuca, me acercó bruscamente y nos fundimos en un beso de lenguas apasionado. Sus manos me recorrieron entera. Parada en una pierna, con la otra lo envolvía mientras que le metía una mano en la verga y con la otra le apretaba sus nalgas. No hablábamos. Sólo eran ...