La perrita le consigue a su ama el coño de su sobrina - Relatos Eróticos

La perrita le consigue a su ama el coño de su sobrina

Después de que mi ama me usara como acostumbraba, estaba recostada en el sofá de la sala pensando en uno de esos planes perversos  que le gustan. 
–Sabes perrita, quiero probar qué tan buena eres cumpliendo mis órdenes.
–Haré lo que ordene ama. 
–¿Lo que sea?
Asentí con la cabeza
–Muy bien, perrita, pero esto va a tomarnos algo de tiempo… mi hermano tiene a una preciosa niña de 17 años, pero mi querida cuñada insiste en que soy una mala influencia para ella y no me deja estar cerca. Quiero demostrarle a esa estúpida que soy peor de lo que se imagina. Vas a ir al colegio de mi sobrina, la vas a seducir y traermela para que la disfrute. 
Yo la verdad me emocioné con este nuevo proyecto y como los deseos de mi ama son órdenes para mí respondí que haría lo que quisiera.
*****

Mi ama llevaba más de media hora en la oficina del director del Colegio Buenaventura en donde iba a inscribirme. Hacía varios meses que no asistía a la escuela, desde que mi ama me adoptó como su perrita y aunque, yo era un poco mayor que mis compañeras, podía poner cara de ingenuidad y confundirme con ellas. 
Mi ama salió después de un rato, limpiándose la boca con un rastro que asumí era de leche. Me pidió que la siguiera y comenzamos a caminar hacia mi nuevo salón.
–Que bueno que me tienes a mi, si no tendrías que estar chupando vergas de señores horribles como el director.
No dijo más y me acompañó hasta mi salón, me susurró alguna otras instrucciones y entré.
No me costó mucho ...

... reconocer a Tania, como se llama la sobrina de mi ama. Era una niña bonita, pero retraída, sus compañeras no le hacían caso y ella se dedicaba a dibujar en un cuaderno. Me senté cerca de ella y actúe todavía más tímida, nos miramos un momento y desde allí empezó mi plan para seducirla, pues noté que en la mirada que me dirigió ya había interés.
*****
Pasaron algunos días y después del primer contacto no pude acercarme a Tania. Ella no hablaba con nadie, solo con Miss Denisse, una maestra muy joven que nos daba español. Mi ama al enterarse de esa amistad me dijo "quiero que primero te cojas a Miss Denisse. Necesito que te deshagas de ella para que mi sobrinita busque una nueva amiga".
Acepté el desafío pues la miss era una muchacha muy guapa de menos de treinta años, rubia, esbelta y aunque se vestía siempre muy formal y reservado, se podía apreciar bajo su ropa un cuerpo divino.
Como era nueva no se me dificultó pedirle asesorías  para ponerme al corriente. Por una semana estuve tomando clases con Miss Denisse en su cubículo durante los recreos, yo intentaba mantenerme en el papel de una niña tímida, así que apenas y le decía nada, pero siempre que podía rozaba el cuerpo de la maestra y la miraba con ardiente deseo.
Así fue hasta que un día, en el que sabía que los demás maestros estaban ocupados en otras obligaciones por lo que no podían interrumpirnos me animé a hablar con la maestra.
–Miss… es que yo…
–¿Qué te pasa, Maggie? (Ese es el nombre con el que me conocían en el ...