Iniciación con un equipo de voley - Relatos Eróticos

Iniciación con un equipo de voley

... introdujo un dedo... dos... comenzó a moverlos en redondo y hacia adentro y fuera... tres. Mientras tanto los muchachos volvían a besarme uno a uno, a morderme suavemente los pezones. y por fin sentí el glande de mi hermano buscando el camino hacia mi intarior. Traté de abrirme con las manos estirando mis nalgas y, con un poco de dolor, sentí cómo una considerable verga entraba lentmente. Parecía que no terminaría nunca de llegar al fondo. Sentí la presión y una sensación de vacío cuando se retiraba y entonces comenzó de nuevo. Y ese pone y saca se repitió un minuto en su ir y venir. Luego comenzó a acelerar y ya no paró. "¿Te gusta?" Me preguntó el negro. "Mucho". "¿Querés chuparla". "No le preguntes, dásela" acotó el pelirrojo. Y entonces volví a sentir cada una de las pollas habitándome la boca. Mi hermano seguía con su penetración trepidante pero ahora se sentía mucho mejor. "Vení con tu hermanito, mi putito. Gracias por elegirme. Vas a ser mío todas las veces que quieras" Y yo "Pero tus amigos tambien me gustan". "Seguro, o no serías puto". El macho estaba algo cansado pero my excitado, así que en un esfuerzo supremo, comenzó a eyacular en mi interior. Yo sentía su aliento y sus quejidos, y con un fuerte grito ...

... derramó su último chorro de semen en mi agujerito. Enseguida sentí que me alzaban en el aire y me colocaban sobre la mesa. Entonces vi a los ocho chicos rodeándome, que más que chicos eran machos calientes jalando sus pollas. Y vino el primero, el que primero me había besado, y se apoderó de mis caderas, me apoyó su verga, que evidentemente había lubricado y de un solo bayonetaso me penetró hasta el fondo. Yo sentí un escalofrío en todo el cuerpo y luego una excitación que me llavó a mover mi trasero en redondo. Eso lo calentó al rojo vivo y entonces me culió alocadamente hasta acabar fuera de mi ano, echando todo su semen en mi vientre en mi pecho y hasta en mi boca. Se acercó por el costado y me dio de beber las gotas que seguían saliendo como una pequeña vertiente. No puedo contarlo todo porque fueron muchas veces que me cogieron, algunos dos y tres. Fue mucho el semen derramado y bebido por mis labios y los de algunos otros. Finalmente me penetraron por parejas. Fue maravilloso y finalmente, exausto, terminé en la cama de mi hermano, mientras él despedía a los muchachos. Todos vinieron a desearme las buenas noches y a prometerme un bis. Amanecí en brazos de Dardo, con su verga en mi interior y su boca besándome en la nuca.