1. Cena


    Fecha: 01/02/2018, Categorías: Incesto Autor: sugarblood, Fuente: CuentoRelatos

    Llegamos a casa realmente cansados, sin hambre pues habías comido helado como si no hubiera un mañana. Tu pequeña obsesión por tu físico se iba por completo cuando salías conmigo, sabías mejor que nadie que desde que nos conocimos en esa sala de chat me había enamorado tan estúpidamente de ti y que fuera como fuera tu físico a mí me encantabas.
    
    Apenas entramos, me quité las zapatillas y me dirigí al sofá. De verdad la había pasado muy lindo a tu lado e inevitablemente una tímida sonrisa se dibujó en mi rostro.
    
    -¿Y a que debemos esa hermosa sonrisa? - Me dijiste desde la cocina mientras servías un vaso de jugo-.
    
    -Si te lo dijera sonaría muy cursi mi amor – Dije tratando de borrar esa sonrisa-.
    
    Encendí la tv y en el canal de anime que tanto me gustaba. Hacía un poco de frío así que me recosté y me arropé con una manta marrón que mi hermano me había regalado hace años.
    
    -Amor, ven y vemos anime un rato.
    
    -Ya voy, espérame un momento.
    
    No sabía que rayos hacías, seguramente estarías cambiándote o comiendo alguna cosa. No le di importancia y volví al anime. Sentí como te sentabas a mis pies y, sin mirarte, te hice una seña para que te recostaras a mi lado. Por alguna razón escuche una de esas risitas tuyas traviesa. La curiosidad me mataba así que fije mi mirada en ti y ahí estabas. Solo con tu bóxer y tu cuerpo recién duchado. Trate de no babearme, tu cuerpo me enloquecía siempre, me encantaba verte, desde tu cabello negro, tu piel blanca y tus labios gruesos ...
    ... y suaves, hasta tu pecho y tu vientre.
    
    Sin evitarlo recorrí lascivamente todo tu cuerpo con la mirada. Reíste de nuevo y te recostaste detrás mío, abrazándome para tenerme bien pegada a tu cuerpo húmedo. Ya habíamos tenido mucho sexo ese día, así que pensé que no me provocarías, que solo querías estar cómodo, así que simplemente no dije nada y traté por todos los medios concentrarme en la tv. Me fue imposible, la humedad de tu cuerpo traspasaba mi delgado vestido y como estábamos tan juntos mi trasero sentía perfectamente la forma de tu pene que ya tenía una erección.
    
    Mi respiración aumentaba sin que lo notaras, tu solo mirabas la tv y yo estaba desesperada por que me tocaras. Me enloquecías con solo tu aroma ¿cómo podías tener ese control sobre mí? ¿Acaso el amor también viene con un pack extra de lujuria sin control? Quité esas tontas ideas de mi cabeza y cuando estaba a punto de despejar mi mente del tema, sentí como tus dientes se calvaban con fuerza en mi cuello. Se me escapó un gemido involuntario y casi por instinto dije tu nombre en un tono de súplica.
    
    De repente me hiciste dar media vuelta, quedando frente a frente, mirada con mirada. Tu respiración estaba tan agitada como la mía, tenías esa mirada de calentura, casi devorándome con la mirada. Tomaste mi cara con fuerza y me arrebataste el beso más sexy, salvaje y delicioso de toda mi vida.
    
    -Gatita, no puedo evitar estar tan cerca de ti y simplemente no tener que cogerte.
    
    -Amor, eres un travieso, pero ...
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