La peluquera - Relatos Eróticos

La peluquera

... confianza, sin embargo él me seguía tratando igual con mucho respeto, nuestras conversaciones eran muy triviales, él no tomaba ninguna iniciativa mas que mirarme solapadamente, y yo más allá de mostrarle mi escote cuando se podía,  no hacía nada más.
La verdad es que el hecho de ser un chico tranquilo y casi enigmático, pero que  me miraba lascivamente, hizo que lo deseara mas, la verdad es que el  diablo ya se había metido en mí, empecé a obsesionarme con ese muchacho lo empecé a imaginar desnudó, a fantasear con el tamaño de su verga,  empecé a imaginarme arriba de él, que lo montaba como una perra mientras el me comía las tetas. 
Con mi marido en nuestro mejores momentos nuestras relaciones eran muy desinhibidas, el siempre era el dominante y a mí  me encantaba, amaba mis tetas y le gustaba que se la mamara, a mi también me gustaba mucho chupárselo, aunque el tamaño de su verga no era muy grande. Con el tiempo y su enfermedad nuestras relaciones se hicieron monótonas y esporádicas y mi fuego se extinguió… hasta ahora.
sabía que javier era delgado y que su verga no era pequeña al menos era lo que su paquete me hacía suponer, el despertó en mi un deseo incontrolable, empecé a tocarme por las noches pero no era suficiente quería sacarme estas ganas quería sacarme esta calentura.
Entonces decidí tomar la iniciativa total que podía perder. 
Cuando apareció al día siguiente dentro de nuestra conversación le dije lo hermoso que tenía el pelo y que por que siempre lo llevaba ...

... en coleta, me dijo que por comodidad pues como le había crecido tanto si se lo soltaba se parecía a Jesús, ambos reímos, pero yo le dije que estaba en el lugar indicado que yo le haría un New look, al principio lo rechazó, me dijo que le gustaba su pelo largo y que temía que se lo cortara demasiado, además era su hora de colación y ya tenía que irse, pero no me costó mucho convencerlo pues le dije que sólo se lo rebajaría muy poco y que quedaría fantástico, además que no me podía “rechazar” y al decirle esto lo mire de la manera más coqueta y con la voz más sexy que pude. El chico se sentó nervioso en el sillón, yo con la excusa de que hacía mucha calor me saque el delantal 
Llevaba una camisa muy apretada en la parte del busto y con los botones de arriba abiertos y… no llevaba sujetador, había jugado todas mis cartas, el espectáculo que tenía el chico ante sus ojos era monumental mis tetas se balanceaban de un lado al otro al moverme y mis grandes pezones se marcaban en la blusa 
Si bien mis tetas habían sentido el rigor de la gravedad y eso se notaba, al ser tan gordas parecían grandes globos que habían perdido aire, además yo sabía que era eso lo que le gustaba al chico mi exuberancia.
Le tome el pelo se lo moje y le corte solo las puntas, mientras lo hacía lo miraba por el espejo lo veía embonado mirando mi escote aunque por momentos bajaba nervioso la mirada, cuando termine pase una escobilla por las partes donde quedaban restos de cabello bajando por su camisa, hasta ...