Mi sobrina Dormida y yo - Relatos Eróticos

Mi sobrina Dormida y yo

... llamé por su nombre, "Leila..., Leila" no respondía, estaba  la luz apagada,  me acerco hasta el borde de la cama y la veo profundamente dormida boca arriba, con su cara de lado, su pierna izquierda flexionada, apuntando su rodilla hacia afuera de la cama, me quedé mirandola con la poca luz que entraba por la puerta.  mis manos temblorosas y mi respiración entrecortada denotaban mis nervios,  el morbo dominaba mi excitación, constaté que esté bien dormida, la moví un poco y... nada, al ver su respiración lenta y relajada me confirmo su sueño era profundo, cerré la puerta con traba, prendi la luz y me dirigí hacia ella, Comencé a tocar sus  tetas, duritas, de una nena en desarrollo, masajendolas lento y apretando en sus pezones, eso bastó para que mi verga se ponga como un palo,  pose mi mano sobre su pierna flexionada, y fui deslizandola suave, subiendo lentamente por el interior de sus muslos metiendola dentro del short hasta sentir la tanga que cubría  su sexo, con mis dedos tocando su Conchita por encima su ropa interior, mi dedo indice corría a un lado el elástico de la tanga, sentir la textura de la piel  sus ĺabios vaginales  con un fino bello púbico que los decoraba, ahi pude ver su Conchita peludita, el líquido pre seminal inundó mi boxer, me desvesti, quede desnudo con mi pene apuntando el techo y comencé a desvertirla a ella, le saque la remerita junto con el corpiño dejando al descubierto los hemosos pechos de pezones rosados, me detuve a disfrutarlas un ratito,  ...

... luego seguí con el shorcito, a medida que iba bajando su tanguita asomado su monte de venus apenas cubierto por su suave y sedoso bello púbico el morbo de ver a mi sobrinita desnuda en esa cama hacía salir mi corazón de mi pecho, mariposas en mi panza como una especie de vértigo aumentando mi sensibilidad al tacto. 
Me acosté a su lado, los dos desnudos, la mire a la su cara angelical acariciando su rostro le di un beso  en su boca,   empecé a bajar acariciando y dandoles besitos en su cuerpo sintiendo su dulce aroma a juventud, con mi lengua rodeando sus pezones, mientras llevaba mi mano a su conchita recorriendo su rayita frotando adelante para atras buscando el orificio de su vagina, ya no  podía contener más la calentura, me incorporé separé bien sus piernas y me dispuse a saborear esa chochita rosadita, su aroma me invito a comer ese coño  dulcemente, primero le di un chupóncito que me moría de ganas, separé sus labios con mis dedos y chupe su clítoris prendido como cachorro a la teta de su madre para luego  penetrar  la estrecha y virgen vagina con mi lengua, el sabor de su sexo era néctar  de los dioses, le metí un dedo hasta que hizo tope, el calorcito de su interior  hizo que mi verga erupicionara, evidentemente era virgen.
Tomé su mano la lleve rodeando mi verga masturbandome, la sensación de ver y sentir su manito rodeando mi caliente verga me volvió loco, me pare en la cabecera de la cama para metersela en la boca,  comencé resfresgarle mi verga ardiente en la ...