1. Elena, madrina por adopción


    Fecha: 05/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    ... se largó a llover en forma torrencial, estábamos en el inicio de un tornado, junto con la lluvia comenzó a granizar, entramos a la casa algo mojados.
    
    Ver a Elena así me turbó, su largo pelo mojado se enredaba en el cuello, su remera blanca se le pegaba como una segunda piel transparentando su delicioso cuerpo por el frio y su remera mojada mostraba sus pezones desafiantes, sus brazos mostraban su “piel de gallina” por el cambio climático… la miré y dije:
    
    G: Estas helada
    
    E: Si estoy muerta de frío
    
    Afuera el tiempo era de terror, no se veía casi nada, volaban hojas, se caían ramas. Encendimos la radio, el tornado estaba en su máxima potencia, las calles estaban inundadas, había árboles caídos y las recomendaciones era que la gente evitase salir. En ese momento sonó el celular de Elena, era mi madre que quería saber cómo estábamos y que nos recomendaba no salir… que era una decisión que ya habíamos adoptado, era muy peligroso salir.
    
    Por suerte media casa ya tenía luz, en el living, cocina y baño, encendí la estufa para poder calentarnos, la temperatura había bajado muchísimo habíamos pasado de 40 °C a 15 casi por arte de magia, estábamos empapados y la noche recién comenzaba
    
    Estábamos los dos frente a la estufa, desde mi posición podía ver una buena parte de los senos de Elena y su diminuto corpiño de encaje, sus pezones estaban muy erguidos y eso me turbaba a punto tal que sentí que mi pene comenzaba a erguirse, esa cercanía y esa visión, más la buena ...
    ... relación que entre los dos había surgido ese día, me hizo comprender que Elena me gustaba… me gustaba como mujer, como hembra, me gustaba esa manera de mostrase dulce y sensual.
    
    Traté de evitar esos pensamientos pero fue en vano. A medida que el tiempo pasaba, ese pensamiento se afirmaba, ver a Elena moverse, charlar y bromear conmigo, empecé a pensar que ella me estaba seduciendo. Para colmo de males hubo una pequeña charla que no hizo más que afirmar mis ideas.
    
    E: El día se puso horrible pero me gustó porque me dio la posibilidad de conocerte y me encanta como sus, me encanta tu dulzura… tu ternura.
    
    G: A mí también me gusto que nos conociésemos, siempre pensé que eras engreída, y hoy, me di cuenta que sos maravillosa…
    
    Me cortó la posibilidad de seguir piropeándola de alguna manera y dijo:
    
    E: Bueno, ahora vas a ver que no soy tan maravillosa, algo tenemos que preparar para la cena y ahí te vas a dar cuenta que como cocinera soy un desastre.
    
    Ella fue a la cocina y yo me quedé en el living viendo las noticias sobre el tornado pero no podía dejar de pensar en Elena, en lo mucho que me gustaba, pensaba en sus senos, su cola, en su soledad en esos 5 meses sin marido… sin sexo… en poder ser yo él que calmase sus deseos sexuales… y la asemejaba con el tornado de hoy y la imaginaba violentamente deseosa, seductora, y yo saboreando su cuerpo y cumpliendo todos sus deseo y saciando cada uno de ellos… Mis pensamiento abruptamente se cortaron ella me llamó y fui a la ...
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