1. Más allá de una fantasía con mi madre (Cap. 6)


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... se iban dando con el tiempo, supo preguntarme sobre mi gusto en mujeres, de una forma sutil, que casi no me daba cuenta que lo hacía, hasta mucho después que yo analizaba todo. De esa forma yo inconscientemente le describía lo que más me atraía del físico de una mujer, como me gustaba que se vista, la forma de llevar su cabello, pero en si, lo único que hacía era describirla a ella.
    
    De la misma manera en algún momento me preguntó si había estado con una mujer, ante lo cual le comenté mis deseos de mantenerme virgen hasta encontrar la mujer adecuada que se merezca estar conmigo para compartir lo dulce y delicioso de una primera vez, lo cual le pareció muy acertado de mi parte, y terminó aconsejándome el hecho que algún día eso se dará, que no apresure las cosas.
    
    Entre otras tantas cosas, yo le preguntaba también por sus gustos, el como se había conocido con mi padre, y como él había logrado conquistarla. Las cosas se pusieron tensas cuando le recordé los motivos por los cuales ellos se separaron, pero que ella insistía fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
    
    Para destensar la situación, empecé a preguntarle el porque luego de eso no se había casado nuevamente, o al menos tener un pretendiente fijo o algo por el estilo. Ante lo que sin titubear me contestó que ninguno llenaba sus expectativas y que la mayoría lo único que intentaba era apresurar llevarla a la cama, tratarla como un objeto sexual nada más.
    
    Ahora comprendía todo. Era como si me hubiesen quitado ...
    ... una venda de los ojos, y por fin podía ver las cosas con claridad.
    
    Pero claro!! yo había hecho lo mismo con ella. Y solo pude echarlo a perder todo al decirle lo mucho que me atraía su cuerpo y que solo pensaba en hacerla mía.
    
    Pero que estúpido fui. Me comporté como un cerdo con ella, de la misma manera como muchos otros lo habían sido antes, solo había logrado levantar sus defensas en contra mía, de la misma forma como lo hizo con el resto de hombres en el mundo. Debe estar odiándome, pensé.
    
    Estoy seguro que si hubiera sido alguien diferente, hubiese cortado cualquier contacto conmigo de por vida, pero la ventaja, o desventaja por ahora, era que seguía siendo su hijo y que vivíamos juntos.
    
    Desde ahora empezaba una nueva obsesión para mí, no consistía en el hecho de llevarla a la cama, ni tampoco de enamorarla como a una quinceañera. Una mujer de su experiencia no caería fácilmente ante el juego de demostrarme cariñoso y por debajo tener las sola intención de poseerla.
    
    Todo se centraría en demostrarle que yo era diferente a todos quienes había conocido, que podría rectificar mis errores, que podría adorarla y ponerla en un pedestal para que sea el centro de mi vida.
    
    Que me interesaba como persona, que lo único que quería sería que fuésemos felices el uno con el otro, y si esto no era posible buscaría su sola felicidad, que no solo buscaría mi satisfacción carnal, sino su desarrollo personal.
    
    Que podría hacerla sentir mujer, sin tocarle un solo cabello o ...