1. El luto de mi suegra


    Fecha: 06/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... escena hizo que mi verga se pusiera erecta casi de inmediato pidiendo salir de su encierro dentro de mi pantalón, como les había dicho mi suegra es una muy hermosa y deseable para su edad, así que como verán fue fácil poner mi verga en pie de guerra.
    
    Mientras mi suegra dormida tenía su mano sobre sus muslos internos gemía suavemente, y su respiración era entrecortada. Ver a mi suegra así, la mujer que había provocado mi decadencia sexual con mi mujer hizo que quisiera vengarme en ese mismo momento, por lo que armándome de valor bajé el cierre de mi pantalón y dejé libre mi verga que estaba a punto de reventar, me acerqué a la cama y muy despacio empecé a acariciar los muslos de mi suegra desde las rodillas fui subiendo hasta sus muslos y despacio acaricié sus muslos internos rozando apenas sus labios vaginales con mis dedos, la sensación era realmente increíble sentir la suavidad de su piel y su calor interno me pusieron aún más excitado, entonces mientras con una mano acariciaba sus muslos con mi otra mano empecé a masturbar mi verga me masturbaba despacio queriendo seguir el ritmo de mi mano en sus muslos, ella se movió un poco inconscientemente dejándome ver su gran vagina grande y con pocos vellos, sus labios vaginales eran maravillosos apenas para ser chupados, acerqué aún más mis dedos a su raja y toqué esos labios maravillosos, calientes y húmedos, ella gimió, yo mientras tanto yo masturbé mi verga aún más fuerte, cuando sentía que me semen iba a ser expulsado ...
    ... acerqué mi verga a su rica raja y descargué todo mi semen acumulado durante tantos días sobre su vagina húmeda. Inmediatamente retiré mis manos de sus muslos y con cuidado de no despertarla bajé su bata hasta cubrirla, ella no despertó, yo guardé mi verga dentro del pantalón y salí de ahí directo al baño a limpiar los restos de semen en mi mano.
    
    Esa noche cuando me acosté junto a mi esposa no hacía otra cosa que recordar lo sucedido esa tarde con mi suegra dormida, recordaba su vagina húmeda y grande y mi verga de nuevo se puso dura. Tenía que buscar la oportunidad de repetir lo que había hecho ese día y quizás avanzar más.
    
    Pasaron algunas semanas y mi suegra empezaba a recuperarse, ya comía con nosotros en la mesa principal y a pesar de estar aún muy triste por la pérdida de su marido, empezó a relacionarse más con mi esposa y conmigo. Lo único que no había querido abandonar aún era su ropa negra de luto, decía que era una forma de honrar la memoria de su difunto marido. Sus vestidos eran largos y conservadores, pero denotaban su fenomenal cuerpo debajo de ellos. Fue entonces cuando decidí poner en práctica algún plan para cogerme a la madre de mi esposa, mi esposa empezó a asistir a unas reuniones comunales para la ayuda mutua entre vecinos los sábados en la tarde por lo que mi suegra y yo nos quedábamos solos en casa. En una ocasión aprovechando que mi suegra estaba en su habitación fue al cuarto de baño, me desnudé y me duché, pretendiendo haber olvidado la toalla de ...
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