Luis, Jacobo y un verano 23 Asaf come mi culo
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
El sábado, Julio solo salió a la calle para acompañar a Bruno al entrenamiento de fútbol, el resto del día lo pasó en su habitación estudiando, tenían un trabajo pendiente que entregar en el colegio. El domingo a la mañana sucedió lo mismo y cuando bajó a comer, tenía la cara descompuesta y sufría fuertes mareos con dolores de cabeza. Nos alarmamos y mamá llamó al médico de urgencias y obligó a Julio a meterse en la cama aunque este protestaba sin cesar diciendo que se sentía bien y tenía que seguir preparando su trabajo. No pudo resistir la insistencia de mamá apoyada por mi padre y terminó envuelto en las blancas sábanas. Cuando llegó el médico y después de auscultarle y realizarle un detenido examen, determinó que no tenía importancia, una pequeña cefalea por estrés que resultaba fácil de combatir con descanso. Lo importante era bajar la fiebre y que estuviera relajado. Ella misma le aplicó una inyección de efecto rápido y recetó unos medicamentos, debía permanecer en reposo unos días hasta que los mareos remitieran e insistió en que no teníamos que preocuparnos. Aparte le dio instrucciones a mamá y extendió la receta para comprar lo que había prescrito. Como debía descansar mamá me expulso de su habitación y pasé la tarde con Jacobo y Felipe, Bruno estaba en la misma situación que Julio aunque tenían diferentes trabajos al no compartir el aula. Julio solo podía tomar líquidos y algo de comer ligero. Después de cenar subí para ver como se sentía, en ese momento ...
... dormitaba por la fiebre y me senté a su lado sin hablarle. Cuando subió mamá llevaba un vaso de zumo, ayudó a Julio a sentarse para beberlo. -Cariño es la hora de te ponga el supositorio, como ordenó el doctor: mañana, mediodía y noche, luego puedes descansar y no te molestaremos más. –volvió a ayudar a Julio a que se pusiera arrodillado, yo sabía muy bien lo era un supositorio, en mi vida mamá me había colocados muchos. No entendía el que Julio contrajera de esa manera su cuerpo como si tuviera temor y nunca los hubieran usado con él. Mamá subió su chaqueta de pijama dejando su espalda descubierta. -Bájate el calzoncillo cariño para que tenga acceso. –Julio se quedó quieto, respirando con fuerza. Entonces mamá se dirigió a mí. -Es mejor que salgas un momento amor, para que Julio esté tranquilo. –me retiraba del espectáculo que no me quería perder. -Pero mamá yo he visto el culo a Julio muchas veces. –mamá le miró sacando ya el pequeño y blanco proyectil de su plateado envoltorio. -¿No te importa que se quede? -Julio no contestó pero hizo un movimiento de cabeza negando. -Venga, pues bájatelo. –Julio tuvo que colocar la cabeza apoyada en la sábana para deslizar con las manos su bóxer, no se lo bajó del todo, lo justo para que la raja entre sus nalgas se viera y asomara la punta de su polla por el elástico de la prenda. -Ábrete el culito un poco. -subió sus manos para retirarse sus nalgas y dejar expedito el camino de su anito. Estaba en la misma posición en la que yo le entregaba a ...