Luis, Jacobo y un verano 23 Asaf come mi culo
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... había empleado para referirse a mi madre, quizá contagiado por que yo me refería muchas veces a ella de esa manera. -Quiero decir que tu madre te conoce lo mal pensado que eres. –de momento no le respondí, no encontraba que decirle y hable una tontería. -Igual que te cortas el pelo cada vez que vas a la hacienda, deberías afeitarte los pelitos de la barbilla y el bigote, ¿no crees? -el supositorio debía estar causando su efecto y le espabilaba como cuando la médico le puso la inyección. Seguramente extrañaría a su tía y le dolería la separación, seguía quejumbroso, sin hablarme aún nada de su viaje, la vez pasada me dijo que Eduardo le había dado recuerdos para mí y muchas más cosas, ahora no deseaba hablar. -Julio, no me molesta que trates a mamá como si fuera tuya también, seguro que a ella le encantaría y también a papá, aunque no seas suyo y tampoco vayan a adoptarte te quieren igual que a mí. –me volví hacia él y metí mi mano debajo del edredón para sujetar la suya anudando nuestros dedos. Me miraba con los ojos muy abiertos, ahora sin síntoma de fiebre en ellos. -¿Por qué dices lo de adoptar y que no lo van a hacer? -había cometido un error pero continué para que se abriera de alguna manera. -Tu padre no lo permitiría. -Yo no tengo padre. –nos mirábamos sin perder nuestra mirada, sus ojos se iban humedeciendo. -¿Lo sabes? -me lo preguntaba y él conocía la respuesta, la adivinaba o la intuía en mi mirada. Salió un hondo sollozo de su pecho y agarró muy fuerte mi mano, ...
... la otra la sacó para agarrar la almohada con tal fuerza que los nudillos se le pusieron blancos. Abracé su espalda sintiendo los estremecimientos de su profunda angustia que agitaba su cuerpo entero. No sé si había hecho bien en sacar a flote ese profundo dolor que llegaba a las raíces del primer día en que nació. Lloré con él, a su espalda abrazándolo, sintiendo su dolor que hacía mío. A pesar de que tenía dos años más que yo, cumpliría diecisiete años en unos días, con pocas fechas de diferencia de Bruno, no dejaba de ser un adolescente, en algunos aspectos un niño con muchas carencias afectivas. Los cinco minutos que mamá me concedió se convirtieron en horas, falté a mi promesa y cuando dejé de sentirle llorar noté la humedad que mis propias lágrimas habían dejado en la tela de su chaqueta de dormir. Le entregue un beso en el cuello y marché a mi habitación. Me preparaba para salir al colegio y cogía mi mochila que papá me ayudó a cargar. -Pasarlo bien, Julio está mejor y debes dejarle que se levante y vaya estirando piernas. –le decía a mamá, habían pasado cuatro días y como papá decía Julio necesita levantarse y prepararse para volver a sus labores. Mamá decidió dejar su trabajo esos cuatro días para atender a Julio, ¿quién mejor que ella? Pero creo que le mimaba más que a mí. Conmigo siempre era protegerme pero en sentido contrario, para que me hiciera fuerte, con Julio no tenían ese problema, él ya era fuerte de por sí, un hombre que había llegado de repente a nuestras ...