Luis, Jacobo y un verano 23 Asaf come mi culo
Fecha: 07/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... veces mi culo cuando deseaba penetrarme profundamente. Julio tenía un culo muy bonito, delgado pero redondo, adorable con las sombras que los pelos de proporcionaban marcando sus huequecitos cuando los comprimía, deseable para cualquier macho, yo mismo lo encontraba delicioso. Seguramente él no sería consciente de ese detalle. Miré su culito abierto, el rosa oscuro de su ano rodeado de pelos. Los que lucía en sus lindos melones llegaban hasta rodear su agujerito. Mamá muy profesional pasó la yema de su dedo por la membrana del ano que se contrajo cerrándose muy fuerte, queriendo defenderse de lo que encontraba extraño. Apoyó la punta del supositorio, sosteniéndolo sin retirar el envoltorio, sobre su ano y una pequeña cantidad se derritió por el calor de esa zona y volvió a pasar la yema de su dedo con un suave frotamiento para relajarle. Unos segundos después colocaba el insignificante proyectil y empujó, Julio se estremeció, como si le hubieran metido una polla como la que él me mete. Cuando lo tuvo dentro separó el dedo pero el culo de Julio lo expulsaba y volvió a apretar manteniendo allí el dedo hasta que creyó oportuno y pensó que el supositorio se había disuelto en el recto del chaval. Me hacía gracia ver su resistencia como si fuera un tormento lo que le hacía, y sin embargo la punta de su verga asomaba por el elástico más que lo que antes enseñaba, sin querer se estaba poniendo cachondo. Mamá limpio con un pañuelo de papel el ano de Julio, acaricio el redondo ...
... trasero pasando su mano por los pelos y le dio un pequeño y cariñoso azote. Todo muy normal, yo no tenía acción alguna que objetar, mamá le había tratado como si hubiera sido yo el que ocupara el puesto de Julio. -Ya estás listo, te has portado como todo un hombrecito, ahora a descansar tranquilo. –se subió el bóxer y se dejó caer como muerto. Si hubiera corrido el maratón no se le vería más cansado y satisfecho de que todo hubiera terminado. Mi madre recogió los papeles en la bandeja y el vaso vacío del zumo y se dirigió a la puerta. -Vamos Luis, deja a Julio que descanse. –esperó con la bandeja en la mano mirándome. -Solo un momento mamá, te prometo que voy a mi habitación en unos minutos. –nos miraba sonriendo, adorándonos. -Cinco minutos, nada más. –sin más se marchó. Julio seguía boca abajo tumbado, con las manos sujetando su cabeza y el edredón hasta el cuello, me tumbé a su lado, la enfermedad no era contagiosa y tampoco me importaba si lo hubiera sido. -Venga hombre, no ha sido para tanto, un pequeño objeto que además se disuelve rápido, no te ha roto el culo. -No es eso, no puedo estudiar y el trabajo es importante, el viernes lo tenemos que exponer. –quería que habláramos de otra cosa, no de lo que terminaba de suceder. -Si tú lo dices vale, te creo, pero no me negaras que las caricias de mamá te han excitado, tu verga se salía del bóxer. –me miró aparentando enfado. -Ahora entiendo porqué mamá quería que salieras de la habitación. –entonces se dio cuenta del término que ...