PEQUEÑA OBSESION - Relatos Eróticos

PEQUEÑA OBSESION

Tengo 16 años de haber empezado a probar las mieles del sexo gay como pasivo, he conocido muchos hombres muy ricos y otros no tanto, he tratado de disfrutar todo en su momento pero hubo algo que hizo que esto se convirtiera en un vicio, una deliciosa obsesión, y fue cuando empecé a dar clases de regularización a chicos de tercer año de secundaria de entre 14 y 15 años. Hasta hace un año en cada una de mis relaciones sexuales, me reservaba mucho cuando llegaba la hora del orgasmo de mi pareja en turno, una parte de mi hubiera querido pegar mi boca a sus vergas para succionar hasta la última gota de leche que salía de ahí, pero otra parte me decía que tenía que ser cuidadoso y tomaba mis distancias, dejando muchas veces que solo me llenaran la cara o el pecho pero no permitir jamás que terminaran dentro de mí, excepto con condón y todo esto por cuestiones de salud. Para ese verano contaba con 5 chicos, Juan Carlos, Alberto, Luis, José, y Adrian, la materia a la que debería de ponerlos al día seria matemáticas, si, se que algunos nada mas no les entran incluso odian la materia, pues bien para ellos era el programa diseñado por mí, aprender a aprender, es decir hacer uso del razonamiento y no solo de la mecanización que nos imparten en la escuela, a aprender razonando y no de memoria. La primera semana todo iba de manera excelente los chicos habían avanzado mucho y razonaban los problemas antes de hacer uso de las operaciones matemáticas básicas, decidí que era momento de ...

... conocernos un poco mas y le pedí a cada uno de ellos que se levantara y que nos hablara al grupo un poco su personalidad, sus gustos, y todo lo que quisiera, poco a poco se fueron relajando hasta tocar el tema del sexo, que por lo visto a todos les intereso, ya no dejaban de hablar de quien tenía mejores nalgas o piernas, tanto del ambiente artístico como de su escuela, hasta que uno toco el tema de los travestis de calzada de Tlalpan, de momento hubo desconcierto, y no se atrevían a profundizar en el tema, hasta que Juan Carlos tomo la iniciativa, y dijo: Pues la verdad se ven bien buenas, tienen unas piernotas y una cinturita chiquita y esas nalgotas grandes y carnosas, además como se visten hacen que se les resalten sus curvas, y entonces Adrian lo interrumpió diciendo: Si pero son hombres, hombres disfrazados de mujer, ¿A poco tú te cogerías a uno de esos? pregunto. Antes de que respondiera les pedí que me contestaran una pregunta todos, y que no importando cual fuera la respuesta, que fuera la verdad, la pregunta fue: ¿Quien de ustedes aun es virgen? Para mi sorpresa todos a excepción de Juan Carlos levantaron la mano, entonces a él le reclamaron, oye Juan las chaquetas no cuentan, a si le llaman los chicos en México a hacerse la paja, masturbarse o darse placer con sus propias manos. Bien como Juan Carlos se mantuvo firme en su respuesta le pregunte, con quien había perdido su virginidad, y dijo que eso no me lo podía decir pero que era verdad que ya no era virgen, pero haber ...