1. Historia del chip (045): Nuevas normas (Enko 004)


    Fecha: 09/02/2018, Categorías: Lesbianas Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos

    ... Antes que nada, túmbate y empieza a masturbarte, esta vez con permiso. Y continúa hasta que yo te lo indique.
    
    —Tengo el protector de castidad.
    
    —Todo lo que haces habitualmente además de tocarte entre las piernas.
    
    Nadia se tumbó hacia arriba, elevó las rodillas y con una mano alternó cada pezón y con la otra se acarició los muslos, ya que tenía vedada su raja. Pronto su respiración estuvo alterada y quería parar, ya que no había cumplido con los cinco orgasmos de Enko y además nunca se permitía un orgasmo inducido por ella misma. Pero con Emma habiéndola ordenado que no parase hasta que se lo indicase iba a ser difícil.
    
    —Para ahí.
    
    Totalmente frustrada, conocedora de lo mucho que necesita el orgasmo, molesta por ser tan previsible y cabreada con Emma por hacerla parar se dio una última caricia.
    
    —No cumples con las órdenes. Has seguido un poco más de lo debido. ¿Tanto te gusta acariciarte los pezones?
    
    —Están modificados, como mis pechos.
    
    —¿Por mutuo acuerdo?
    
    —Sí, Enko no me ha impuesto nada sin mi autorización.
    
    —¿Hay algo más?
    
    —El cambio es permanente. Siempre tendré que llevar estos pechos y los pezones se están integrando con la cadena.
    
    —Ahora lo entiendo. Así que disfrutas intensamente cada vez que alguien te acaricia esa zona.
    
    Nadia asintió con algo de vergüenza. Debía ser obvio sin necesidad de decirlo.
    
    —Ahora quiere que el resto de mi cuerpo adquiera ese tipo de cualidad.
    
    Fue el momento de Emma de pensar en el ...
    ... asunto.
    
    —Lo entiendo perfectamente. Tienes un cuerpo delicioso, aunque hay que trabajarlo más. ¿Cuánto tiempo le dedicas a ejercitarlo?
    
    —Tres horas diarias.
    
    —Bien, por ahora. ¿Cómo ha ido la luna de miel?
    
    —¿La luna de miel? —Le costó entender a qué se refería. Sonrió. —No lo había visto así. Creo que bien.
    
    — Eres terriblemente imprecisa sobre tus percepciones.
    
    — Fue muy bien. Sé que le encantó. Ha disfrutado como un cosaco.
    
    — Eso ya es otra cosa. Hablando del tema, creo que no deberíamos decirle nada sobre lo de tus masturbaciones no permitidas. Sólo le amargaríamos la velada y eso nos crea un problema.
    
    —¿Por qué? —preguntó ansiosa
    
    — Si no informo, yo también puedo ser castigada, salvo que te asigne un castigo. Puedo decir que no consideré importante comentarlo.
    
    —Me encanta la idea de que no se lo digamos. Acepto cualquier castigo que me impongas.
    
    —No vayas tan deprisa. Dudo que estés preparada para un verdadero castigo y además, no estás dejando de mentirle o no lo estás diciendo la verdad. Vamos por partes. ¿Volverás a masturbarte?
    
    —Nunca me volveré a tocare sin permiso explícito. Te lo prometo.
    
    —Bien. Resuelto ese punto vamos con el castigo. Imagino que tus pezones son la parte más sensible de tu cuerpo.
    
    Nadia quería gritar. Bajo ningún concepto quería un castigo en esa zona.
    
    —Sí. Más incluso que el clítoris.
    
    —¿Y cómo consigues aguantar sin orgasmos?
    
    —A duras penas. Enko me está entrenando.
    
    Emma se detuvo a pensar un rato en el ...
«1...345...15»