Aquellos campamentos
Fecha: 14/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... "mandos" trataban Leo con un respeto extra, lo que aún reforzaba su poder y le correspondíamos con nuestro apoyo incondicional. El grupo adoraba Leo, yo también, pero la verdad es que envidiaba las deferencias extras que Leo tenía de forma continua con Santi. De hecho siempre los estaba observando y no me pasaban por alto ninguna de aquellas deferencias. Disimulando tanto como podía, seguía con la mirada todo lo que hacían Leo y Santi. Me excitaba sobremanera observar las libertades que Leo se tomaba con Santi, y mucho más porque muchas de las procacidades se las hacía delante de todos nosotros. Aquel verano yo estaba a punto de cumplir los 12 y todavía ni me masturbaba. Leo nos enseñó que era aquello de mastrubarse y, de vez en cuando lo hacía por encima de sus calzoncillos delante de nosotros. Pero lo que a mí me excitaba más era cuando le cogía la mano Santi y la ponía sobre el bulto que su sexo formaba bajo sus pantalones. Entre sonrisas nerviosos veíamos la blanca mano de Santi que, guiada en un principio por la de Leo, pasaba y pasaba sobre su berga erecta de Leo. Para mí que no sabía nada absolutamente sobre el sexo eran escenas con una carga de morbo que me ha acompañado toda la vida. Recuerdo que una tarde que lloviznaba y nos habíamos quedado todos los 8 dentro de la tienda, Leo nos empezó a contar como se había morreando algunas niñas. El ambiente se fue caldeando con las preguntas que le íbamos haciendo y las cosas que Leo iba detallando, y seguro que exagerando, ...
... ante aquel público tan entregado. En un momento de la sesión dijo que nos iba a explicar cómo besar a las niñas, cogió Santi por la barbilla, y como si fuera lo más normal del mundo, le empezó a besar labios primero y, poco a poco, le fue abriendo la boquita con su lengua que acabó por introducirle del todo ante el asombro de todos nosotros . y la admirable y sensual pasividad de Santi que, dócil, se dejó morrear tan hondo como se pueda hacer. No sé cómo vivieron el resto del grupo aquello, pero a mí me causó un impacto que hasta ahora mismo me produce una intensa excitación. A partir de ese día, con alguna excusa o sin ella, ante nosotros o medio a escondidas, vi como Leo paseaba su lengua por la dulce boquita de Santi. Era tan excitante observar como con cualquier excusa Leo le abrazaba como si se tratase de una lucha hasta qe acababan en el suelo donde los manoseos de Leo no olvidaban ninguna de las partes más sabrosas del lindo Santi. Se revolvían por el suelo siemre con la mínima resistencia de Santi que enseguida quedaba debajo del cuerpo de Leo que le bloqueaba con sus manos y brazos, con su boca a milímetros de la suya mientras les iba presionando su sexo claramente abultado sobre el culito o el pubis de Santi. Yo estaba completamente empalmado y al principio no me mastrubaba porque todavía ni sabia, pero hacia el final del campamento, después de las lecciones de Leo, yo, y creo que muchos de los otros, ya nos hacíamos pajas. En aquella época ninguno de nosotros tenía ...