1. Venancio, el viejo tendero 2.


    Fecha: 09/07/2017, Categorías: Gays Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues

    ... dentro de mi culo. ¡Ohhhhhhh! Princesa, ya me vengo, ¡ohhhhhhhhhh! Ya, ya, ya me corro. Cuando terminó de soltar toda la leche dentro de mis entrañas, se quedó abrazado a mi espalda, a la vez que me decía, eres maravillosa mi princesita, que culito tan maravilloso tienes. Poco a poco fue sacando su larga polla de mi culo; el muy cabrón aún la seguía teniendo tiesa y dura; una vez repuestos, yo me senté en el banco, mientras el recogía un poco la cocina y limpiaba la corrida que le había dejado en el suelo. Una vez terminó de limpiar y recoger un poco, volvimos beber otras cervezas y fumar un cigarrillo. Una vez que terminamos de beber, me agarró por la cintura, y me dijo, ven mi princesita, vamos ahora para la cama, que allí seguiremos follando. Mira como me tienes, me dijo llevando mi mano a su polla; él muy cabrón ya tenía la polla más tiesa que el mástil de un velero; aquella polla iba a acabar con mi pobre culito. Me agarró por el brazo, y antes de subir por las escaleras a su dormitorio, fue a coger una tarrina de algo que no supe en ese momento que era, pero luego supe que se trataba de una tarrina de queso Philadelphia. Agarrado por el brazo, empezamos a subir las escaleras que llevaban a su dormitorio. Me sentó en la cama, dejando en la mesilla la tarrina que había cogido, y fue al cuarto de baño, donde cogió una toalla la cual humedeció con agua caliente por un extremo de la misma. Abrió la cama ordenándome que me acostara boca abajo, que me iba limpiar un poco la ...
    ... entrada a mi culito, ya que lo tenía escurriendo semen de la follada que me había dado en la cocina. Me coloqué como me había ordenado, mientras él con la toalla me iba limpiando mi ano. Vamos limpiar tu agujerito, princesa, que hoy quiero probarlo y hacerte gozar antes de volverte a follar este culito tan precioso que tienes. Después de haber pasado la toalla por donde la había humedecido con agua caliente, por mi ano, pelotas, y polla, luego con el otro extremo de la toalla, me secó bien secado. Así mi princesa, levanta un poquito el culo que vamos limpiar tu pollita me decía mientras me iba frotando mis pelotas y polla. Se recreó en ello todo lo que pudo, tanto que ya me estaba poniendo cachondo otra vez. Una vez terminó de secarme y magrearme bien magreado mis partes con la toalla, agarró la tarrina que había subido de la cocina, la abrió, empezando a untarme con sus dedos. ¿Qué es? Le pregunte. No temas princesa, solo es queso para untar Philadelphia. Así nos servirá para lubricar y de paso comerte ese culito divino que tienes y me vuelve loco. Me untó el ano, y polla y huevos. Incluso con 2 de sus dedos, introdujo de aquello en mi agujerito. Cuando hubo terminado, dejó la tarrina en la mesilla, luego se subió a la cama, y levantándome un poco por la cintura, me hizo abrir las piernas, para empezar a lamer todo mi culito. ¡Ohhh dios! Que pedazo de lengua que tenía el viejo Venancio. Lamía desde los huevos, recorría todo el perineo, y luego con la punta de la lengua, la ...
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