1. Venancio, el viejo tendero 2.


    Fecha: 09/07/2017, Categorías: Gays Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues

    ... introducía en mi agujerito. ¡Ay dios mío! Aquella tortura que estaba sufriendo, me hacía agarrar la almohada fuertemente con las manos, hundiendo mi cara en la misma mientras gemía de una manera desesperada. El viejo tendero sabía hacerme gozar como nadie nunca lo había hecho. Me hacía gemir sin parar, y aquello me estaba volviendo loco de placer. Después de estar un buen rato sufriendo aquella maravillosa tortura, me hizo dar la vuelta en la cama. Me hizo subir un poco más hacia la almohada, luego me mandó flexionar las piernas, y abriéndolas todo lo que pudo, se apoderó con su boca de mi pequeña polla, chupando la misma como si fuera el mejor de los manjares. ¡Dios! La metía toda en la boca y succionaba sin parar. Hasta parte de los huevos se metía en la boca. Yo le agarraba la cabeza y no paraba de dar gemidos y retorcerme de placer. ¡Ohhhhhh! Me vas hacer correr otra vez, le decía entre gemidos. Así mi princesa, gime y disfruta que esta noche quiero que goces como nunca. Quiero gozar de tu cuerpo, y quiero llenar este lindo culito con mi leche durante toda la noche. Ay, Cuantas veces he deseado tenerte así. Cada vez que te veía, deseaba tener tu culito y poder meterle mi polla y hacerte gemir de placer, princesa, tienes un culito que me vuelve loco. Después de un buen rato comiéndome la polla y huevos, y haberme lamido por todas partes, me volvió dar la vuelta y dejándome boca abajo, se echó sobre mi espalda, metió sus brazos por debajo de los míos a la vez que ...
    ... colocaba sus manos sobre mi nuca, haciendo que no me pudiera mover. Me ordenó entonces que levantara un poco el culo, a la vez que lo hacía, él me iba encajando su polla en la entrada a mi culito. Poco a poco me fue metiendo su larga polla, y cuando ya la tenía dentro, empezó a moverse, metiendo y sacando la polla en mi culito. ¡Ohhhhh ! Princesa que culito calentito y apretadito tienes, ¡ohhhhhhh! Como me gusta, hoy te voy dejar preñado princesita. ´ ¡Ohhhhh dios mío! Aquel ritmo lento y sin pausa, me estaba volviendo loco. Cada vez que aquella polla me rozaba la próstata, me hacía llorar de placer, y mi pobre polla no dejaba de estar goteando semen de manera continua. Como podía follar alguien de aquella manera tan maravillosa, y dar tanto placer, que no podía parar de gemir. ¡Ahhhhhh! Como me gustaba aquello, bendita polla la de aquel viejo tendero, me estaba haciendo derretir de gusto. Y cuanto tiempo llevaba sin sentir aquel placer tan maravilloso. Aquello era un regalo de los dioses, después de tantos años sin sentir aquel placer que tanto deseaba. ¡Ohhhhhhh dios mío! Como necesitaba aquello. Me estuvo dando por el culo en aquella posición, al menos cerca de media hora. Cuando empezó a eyacular dentro de mi culo, las envestidas eran más profundas y rápidas. ¡Ohhhhhh! Princesa, me corro, me corro, ¡ohhhhhhhh! Que gusto princesa, como me gusta. Soltó Venancio el viejo tendero, a la vez que me llenaba el culo con su semen. Cuando terminó de correrse, se dejó sobre mi espalda, y ...
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