El síndrome del oso panda (10)
Fecha: 17/02/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: vero_y_dany, Fuente: CuentoRelatos
Nota de los autores
Diversas circunstancias personales nos han impedido dedicarnos a estehobby, por lo que no hemos vuelto a publicar nada desde noviembre pasado.
Volvemos hoy con los dos últimos capítulos del primer libro.
El segundo está ya en la cocina. En él se relata cómo fueron las vacaciones en la casa de Sandra y Jorge.
*****
21 ¡Vaya que si me “solté”! (Vero)
El día anterior había sobrado sitio, pero hoy estábamos un poco justos: tres a cada lado, con Juani ocupando una cabecera de la mesa, y Dany la otra.
Yo estaba literalmente empotrada, en el banco corrido, entre Jorge y Carmelo. Frente a mí estaba Javi, mi amante de la mañana, entre Sandra y su pareja, aunque ellos, sentados en sillas, no estaban tan apretados como nosotros.
No podían evitarlo, (supongo que tampoco lo intentaban mucho): los roces de los brazos masculinos en mi costado y en mis pechos eran continuos, y mis pezones se mantuvieron de punta todo el tiempo. Eso sin contar con que mis caderas y nalgas estaban permanentemente en contacto con las de los dos hombres. (Ni que decir tiene, todos estábamos desnudos, como era regla en aquella casa)
Tal y como habían anticipado Jorge y Sandra, las otras dos parejas parecían encontrarse en su salsa, y las bromas y risas fueron la tónica general durante toda la comida.
Y, al contrario de lo que había sucedido el día anterior, yo me encontraba muy bien. Nada de miradas avergonzadas hacia Dany, nada de rubores ni melindres: Javi me ...
... había echado un polvo, lo había disfrutado, y solo el recuerdo del final, con mi cuerpo pegado al de Dany mientras era follada por otro, me producía una ligera inquietud.
★★★
Terminada la comida, Sandra llamó la atención de todos:
—Por una vez, vamos a actuar como mujeres-objeto. A ver, las chicas que me acompañen a preparar el café.
Una vez en la cocina, Sandra nos hizo señas con un dedo para que nos acercáramos.
—Ha sido un pretexto para hablar sin la presencia de los chicos. Veréis, se me ha ocurrido… —Me dirigió una mirada cargada de intención.
Hizo una pausa, mientras las demás la mirábamos intrigadas.
—Vero y Dany tienen una fantasía: montárselo con varias personas a la vez. Quiero decir, Vero con varios tíos, y Dany con sus mujeres. ¿Qué os parece?
Se me encogió el vientre de aprensión. Una cosa era follar con otro hombre distinto de mi marido. Pero ¿con varios a la vez? Joder, eso me parecía muy fuerte.
—¡Sí, siiiii! —gritaron Carla y Juani, palmoteando.
—No, joder. Me da mucha cosa —protesté—. Además…
—A ver, cielo, ¿no era esa vuestra fantasía? —preguntó Sandra.
—Bueno, sí, pero… —dije con un hilo de voz.
—Pero es que nada —me cortó Sandra, pellizcándome un pezón—. Como esto es una democracia, se vota. A ver, las que quieran hacerlo, que levanten la mano.
Después de comprobar que la única mano que no estaba en alto era la mía, la levanté renuentemente. Aunque continuaba sintiendo reparos ante la idea.
«¿Cómo se lo tomará ...