1. Me titulé de puta: Visitando de nuevo a la madrota


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    ... supiera, le dijo a mi primito:
    
    - ¿Le parecería que ella se quede sola, o sea, sin usted junto? ¿Por un rato?
    
    Aunque ya lo había pensado, eso lo sorprendió y tuvo que pensarlo. Al llamarla de nuevo le dijo:
    
    - Creo que puede ser muy excitante y lo veo posible, pero ¿Qué le parece si sucede como continuación de algo en que ya esté muy caliente? como aquella vez que bajamos. Lo he pensado y creo que lo mejor sería que entremos primero, cogemos y si la veo bien cachonda la dejo sola.
    
    Estuvo de acuerdo y así quedamos. Pidió que me pusiera una tanga muy chiquita.
    
    Sin decirme que pensaba dejarme sola, me comento que la Juana nos invitaba a una orgía, lo que acepte sin titubear, ya sabía como era, estaba tranquila con un leve sonrojo o algo así. Más bien como deseosa. (¿Caliente?). Tampoco me dijo que la madrota me iba a arreglar.
    
    Llegando pregunte ingenuamente:
    
    - ¿Vamos a estar arriba o abajo?
    
    - Abajo.
    
    - Buuueeeno, ¿Ya vamos?
    
    - Dentro de poco. Primero vamos a vestirte y maquillarte.
    
    Cuando volví. ¡Que sorpresa! Venía muy maquillada, con una mini-minifaldita muy leve, que mal me cubría las nalgas, con una blusa casi transparente y que dejaba ver los pezones duros, duros. Se alegró de verme así y vi claramente su reacción en los pantalones.
    
    Con esa reacción cambie de expresión de duda a una de alegría. Después le confesé que ya tenía curiosidad de saber más como era estar así entre varios hombres, como ya había visto en las otras visitas, y que ...
    ... ahora lo haría con pleno conocimiento y consentimiento.
    
    Arreglada como estaba se veía y parecía, no, no parecía, era otra de las huilas de la casa. Y se portaba como una más, cruzando y descruzando las piernas enseñando los calzoncitos y caminando moviendo las tetas y el cuadril. Varias veces le pedí que caminara para verla moverse.
    
    A una indicación de la madrota fuimos a la sala que conocíamos para lo que sería otra fiesta de varias parejas.
    
    Ya estaba otra pareja acariciándose, vimos el ambiente y comenzamos la cachondeada, pronto ya estaba enseñando las nalgas sin importarme, ya que las otras viejas estaban iguales. Me dije:
    
    - Mámame… sin decir nada me comí el palo chupándolo como sabía.
    
    Entraron otras dos puchachas, y varios hombres que se fueron acomodando en los varios sillones comentando:
    
    - ¡Ah que buenas nalgas! ¡Que chichotas mamacita, tengo hambre! Yo quiero esa piernuda…
    
    De rabo de ojo lo mire, claramente preguntándole que hacer, me murmuro al oído:
    
    - No te preocupes, ya estuvimos aquí en una orgía, ya sabemos cómo es.
    
    Moví la cabeza aceptando y ya no hice caso, me quité la blusita e inclinada de pie con las nalgas en pompa seguí mamándolo; el tipo de junto comenzó a meterme mano a los pechos que se balanceaban alegres. A seguir, sin titubear se me puso atrás, me bajó los calzoncitos y me cogió, me retorcí un poco, pero mantuve la posición. Viendo que estaba tranquila y siendo cogida por otro sin reclamar, mi primo me murmuro al oído:
    
    - Voy ...