El principio del fin 3 (adicto a esa mujer y a sus juegos eróticos)
Fecha: 22/02/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Avariciasex, Fuente: CuentoRelatos
... lentejuelas.
Al ir acercándose hacia mí, me fije como todos los hombres del bar la miraban lascivamente, esto provocó en mi interior un deseo y una satisfacción porque aquella hembra era toda para mí. Cuando llegó la estreché entre mis brazos, y susurrando al oído le dije que estaba fantástica, que la deseaba más que nunca. Ella se separó un poco y me dio las gracias con el beso más intenso y profundo que nunca nos habíamos dado. Nuestras lenguas se fundían en el interior de su boca, al mismo tiempo que la acercaba más hacia mí para que notara la erección que ella me había provocado.
La cena era con otros directivos de la empresa donde Lidia trabajaba y algunas otras personas que podían ser familiares, o tal vez como yo, simplemente amantes, ligues o incluso personas de compañía. Esa sensación de sentirme como persona de compañía (por no llamarlo de otro modo) hizo que no disfrutará en absoluto de la cena. Por primera vez no me sentía cómodo con Lidia, por primera vez ella había planteado una situación en la que no me gustaba estar.
Durante toda la velada no hablé mucho, y Lidia me pregunto varias veces si me encontraba bien, yo solo asentía con la cabeza, pero no era cierto, por primera vez desde que conocí a esta fantástica mujer, quería salir corriendo.
Ya de vuelta en el hall del hotel, Lidia me preguntó si me apetecía tomar algo y charlar, a lo que accedí. Sentados en el bar me preguntó de nuevo que me pasaba, y entonces le explique, lo mal que me estaba ...
... sintiendo por todo lo que estaba pasando en ciertas ocasiones. A lo que ella respondió seca y fríamente…
- Mira Sergio, esto es lo que hay. Si quieres follarme has de hacer todo lo que te diga y cuando te lo diga. Creo que esta conversación ya la tuvimos, así que tienes dos opciones, o aceptas o te marchas. Pero que sepas que jamás volveremos a mantener esta conversación.
Se levantó y se marchó, dejándome allí solo en el bar, sin haber contestado ni a una sola pregunta de las que yo le había hecho. Me fui a la habitación y me acosté. No podía dormir por el cacao que tenía en la cabeza cuando llamaron a la puerta. Al abrir, allí estaba ella, con una bata transparente que dejaba ver el conjunto negro de lencería que cubría sus partes más íntimas. Lidia con voz seductora me dijo…
- Pensaba que te habías ido, como no has venido a darme las buenas noches.
Y abriéndose la bata me pregunto…
- ¿Crees que puedo pasar?
Y ¿quién en su sano juicio no la iba a dejar pasar? Ese cuerpo era de infarto, como me gustaban sus piernas siempre subida en zapatos de tacón, y aquel conjunto de lencería que solo cubría lo imprescindible para que mi imaginación volviera a actuar, provocando una nueva erección que no pude disimular. Lidia enseguida se dio cuenta de mi excitación y dijo…
- Mejor se lo pregunto a tu polla.
Se arrodillo delante de mí, me bajó los calzoncillos, y empezó a besar mí erecta verga. Allí estábamos otra vez a punto de caramelo y eso me encantaba. Se separó me ...