1. Mi prima y yo


    Fecha: 23/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la penetre sintiendo mutuamente el ardor pero mas leve y al alcanzar un nivel máximo de excitación descargue todo mi semen dentro de su vagina, en tres empujones, ella nuevamente hizo su gesto de satisfacción y sobo mi pecho mientras yo gemía y hacia todo lo posible por dejar todo mi semen dentro de ella, pues tuve la sensación de que así la marcaria por dentro y para siempre, la descarga fue excesiva, tanto así que le destilaba de su interior dejando las sabanas manchadas, me sentí cansado, las piernas me temblaban, seguí viéndola hermosa, ya hecha una mujer, aferrada a mi pecho en un abrazo eterno que nos incitó a conciliar el sueño por 30 minutos, tome todas sus partículas aromáticas y las incruste en mi alma, mas exactamente en el recodo de los recuerdos mágicos, luego Salí y constaté que mis abuelos seguían dormidos y mis tíos no daban señas de volver, así que la lleve al baño y nos duchamos juntos, mientras el agua caía sobre nosotros la bese, la acaricie, le bese los senos, le hice una vez mas el amor en la ducha, de pie, esta vez ya no me ardía pero a ella si, lo cual me animo para penetrarla con movimientos fuertes pero rítmicos, pronto sus gemidos fueron de placer y estallamos en un orgasmo mutuo, ella se agacho para ver mi semen, toco su vagina y extrajo en su mano una porción de aquel liquido libidinoso, se paro y me abrazó fuertemente, nos secamos y luego de vestirnos quitamos las sabanas de la cama, las cuales estaban impregnadas de la evidencia fiel de la ...
    ... pureza de mi prima, que ahora era mi novia, decidimos botarlas, desaparecerlas, no sin antes recortar la fracción que estaba manchada de sangre, la guarde y hasta el son de hoy la cargo en mi billetera, la cual ha sido mi inspiración de múltiples masturbaciones. Decidimos acostarnos en la sala a escuchar música romántica, abrazarnos tiernamente, a recrear una noche de esposos y a esperar a nuestros tíos que llegaron sobre la cuatro de la mañana. Al día siguiente como todos dormían por el guayabo decidimos levantarnos, preparamos desayuno y nos fuimos a caminar, hablamos de todo de nuestros sueños, de hacer planes, de casarnos, de tener hijos, de cómo enfrentar a nuestra familia, de lo mucho que nos enamoraba estar uno cerca del otro, pero no hablamos ni de nuestra primera experiencia ni de su pronto viaje, la consentí, la hice sentir protegida, amada, idolatrada, le hice saber que mi corazón, mi cuerpo y mis sentimientos serian de ella. Al día siguiente ella junto a mi tía se marchaban, recuerdo que nos encontramos en el galpón y lloramos, besándonos, mezclando nuestras caricias con las lagrimas, también recuerdo que le dije que se escapara conmigo, que yo velaría por ella, que no le faltaría nada, que no debería hacer nada solo amarme y dejarse amar, me hizo caer en razón, seria una estupidez, solo eso, una estupidez. La vi como se subió en ese maldito carro que la despegaba de mi corazón brioso y amante, se colocó unas gafas y disimulo así sus lágrimas, cada metro que recorría ...
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