1. Noche con Eva en la piscina


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Hetero Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    ... a correr en segundos, así que aceleré el ritmo. Empezó a correrse, sus músculos vaginales se contrajeron, apretando mi polla como si quisieran ordeñarla y sacarle toda la leche. Y lo consiguieron, las contracciones que tuvo con el orgasmo fueron mi detonante. La apreté con fuerza contra mi cuerpo, y le mordí el hombro para evitar gritar de placer. A pesar de ello, mis gruturales gruñidos de placer que acompañaban cada chorro de semen, se oyeron perfectamente, junto a sus gemidos sensuales de mujer. Mi polla se ensanchaba con cada chorro de lefa que expulsaba al interior de Eva, y estaba seguro de que ella lo podía sentir, estaba convencido de que podía notar como mi polla se contraía igual que su vagina mientras la llenaba de mi semilla. Después de vaciarme, me quedé abrazado a ella, que seguía agarrándome la cabeza. Los dos en el borde de la piscina, recuperándonos. A medida que nuestras respiraciones volvían a la normalidad, mi pene menguó y se salió de su interior. Le besé el cuello, justo debajo de ...
    ... la oreja, provocándole un escalofrío.
    
    -Esto ha sido...ha sido fantástico Eva -le dije con toda la sinceridad del mundo
    
    -Lo se. Pocas veces me he corrido como hoy, esto tendremos que repetirlo.
    
    -Cuando quieras, estoy a tu entera disposición.
    
    Sonrió con una mezcla de satisfacción y vergüenza. En aquél momento, vimos como se encendía una luz en la ventana de una de las habitaciones.
    
    -Mierda corre corre! -Le dije en voz baja mientras la sacaba de la piscina y salía yo. Le acerqué la ropa. A medida que se subía los pantaloncitos, me di cuenta de que aún tenía su tanga enrollado en la muñeca.
    
    -Joder, toma, tu tanga.
    
    Me miró fijamente con el top a medio poner. Sus labios se curvaron en una sonrisa pícara.
    
    -Si lo tuvieses tu...tendrías que traérmelo a casa, no es cierto? -Dijo mientras corría hacia la verja y yo me quedaba en el sitio como un tonto, con la pieza de ropa en la mano.
    
    -Jaja, cierto! -Respondí corriendo detrás suyo y saltando la verja.
    
    Inspirado por y para Eva Christensen 
«12345»