Saul, el Chamo de los mangos (continuación) (Venezuela) - Relatos Eróticos

Saul, el Chamo de los mangos (continuación) (Venezuela)

... en la boca, comencé a saborear cada centímetro de su guevo, lo olía, lo saboreaba y lo hacía retorcer del placer, me decía: SIGUE ASI, SOY TU HOMBRE Y HOY SERAS MIO OTRA VEZ. Luego él me toma de los hombros y me para, me da la vuelta y me recuesta del palo (árbol) y yo me agarro del mismo. En eso comienza a besarme el cuello provocándome contorciones. Desabrocha mi pantalón he intenta bajarlo, pero me quedaba muy ajustado, y logra bajarlos hasta los muslos. Allí se agacha y va directo a mis nalgas, a besarlas, y siento cuando mete su lengua en mi hoyo. Y comienza a meter su lengua en mi culo, y a chuparlo y pasar su lengua de arriba hasta abajo. Eso me hacía tocar el cielo. Tuve que decirle que parara un poco porque las piernas se me estaban desmayando y me daba miedo caerme. Él se para y con el guevo bien parado y a tono comienza a restregarlo por la raya del culo. Haciendo movimientos circulares pero sin metérmelo, yo con mis dos manos me abro las nalgas y el entendió que yo lo que quería era tenerlo dentro de mí. Toma saliva lo coloca en la punta y coloca un poco en mi culo. Y allí comienza lo más rico, intentaba meter la cabeza, pero no la metía, eso me hacía desesperar, él sabía hacerlo para que yo me desesperar. Yo le digo: COGEME YA SAUL POR FAVOR. Y allí el de una lo metió y me dolió horrores, pero me aguante y lo deje hacer. Se queda quieto y comienza un vaivén lento y al tiempo iba acelerando y acelerando hasta que naturalmente nuestros cuerpos se acoplaron a los ...

... movimiento y lo hacíamos casi inconscientemente. En eso vemos que se acerca un carro y se paró a pocos metros, el me tapo la boca pero me seguía dando, yo muy asustado se me paso un poco la excitación, pero el seguía dándome. Al parecer era un tipo que se paró a orinar pero al instante se fue. El me quita la mano de la boca y me sigue dando. Yo volví a sentir el placer. Era muy rico estar siendo clavado por el tipo que tú quieres, en un legar solo y oscuro, arriesgado, y haciéndolo con ropa, era una aventura muy placentera. En eso el acelera más y comienza a hacer movimientos bruscos, estaba acabando, yo tomo el guevo mío y comienzo a darme con la mano, y de inmediato acabe sobre el árbol. Nos quedamos un rato así ensartados, hasta que él lo saco, su leche comenzó a resbalar por el muslo y no me importo así me subí el pantalón, el también hizo lo suyo con sus bermudas, nos repusimos y nos paramos al lado de la moto. Él se sentó en la moto pero no como si fuera a manejar sino que la moto estaba parada de la pata y él se arrecosto como sentándose lado, no sé si me entiende, en eso estira su mano y me invita a que vaya hasta donde está el, me da la vuelta y hace que me siente o recueste en sus piernas, yo quedo de espalda a él y me abraza muy rico, y me da besos tiernos por el cuello. Me comenzó a decir cosas lindas y me dijo: “Sabes Elvis todo este tiempo me sirvió a mí para darme cuenta que realmente yo siento algo por ti, me hacías falta, necesitaba sentirte, valió la pena ...