Saul, el Chamo de los mangos (continuación) (Venezuela) - Relatos Eróticos

Saul, el Chamo de los mangos (continuación) (Venezuela)

... darnos ese tiempo, quizás yo no lo dije de muy buena manera pero esto por lo menos a mí me sirvió para yo darme cuenta y aceptar lo que me pasa, quizás sea marico y no lo sabía, pero junto a ti he experimentado lo que es hacer el amor, yo te quiero, es más siento que te amo (me da un beso largo) y me dice vamos a intentar algo. Vamos a ver que se da de esto, y si no funciona bueno mala suerte” Yo digo: bueno Saúl no debe ser un secreto para ti saber lo que yo siento por ti, cuando aquel día tú me dijiste que nos alejáramos, yo me sentía morir. Fue muy duro para mí y aunque no lo creas a mi también todo este tiempo me sirvió para saber realmente que es lo que me pasaba, y descubrí que me había enamorado de ti chamo. Para no hacerle tan largo el relato nos fuimos de allí, muchas cosas pasaron comenzamos una relación, él se había apartado de su hogar por un tiempo, hasta se fue a vivir a casa de su mama, la cual conocí un día que fui con él, dijo que éramos compañeros de trabajo. Convivíamos casi todos los días, salíamos a fiestas, quizás no como novios para disimular, pero íbamos a todos lados. Salíamos a otras ciudades, el era muy atento, cariñoso, detallista. Yo comencé el nuevo trabajo y él trabaja con mi hermano pero en la empresa directamente. Nos ayudábamos mutuamente, nuestros encuentros sexuales eran o en la casa de su mama o en la casa de la mía cuando quedábamos solos. En el carro de mi papa etc. Todo transcurría muy bien hasta que en octubre que es mi cumpleaños y ...

... circunstancialmente cumplimos el mismo día (cosa que no había dicho). A finales de ese mes después q celebramos, y la pasamos bien yo comencé a notarlo diferente, su trato era diferente. Como a la semana llega mi hermano a la casa y no sé cómo llego la conversación y él dijo que había ido a buscar a Saúl a la casa de la mujer porque se había mudado nuevamente para allá. Yo me quería morir, pero tenía que disimularlo, entro a mi cuarto y me daban ganas de llorar, pero fui fuerte. Llamo a Saúl y le digo que necesitaba verlo. Cuando nos encontramos le armo yo tremendo peo (problema). Le dije muchas cosas, el casi no hablaba, lo insulte y todo. Yo sentía que los fantasmas de la heterosexualidad le habían vuelto a llegar. Eso me ponía a dudar porque yo imaginaba que si se había ido nuevamente con su esposa quizás él ya había estado con otras mujeres, no se mi mente estaba vuelta un remolino de cosas. Sentía unos celos horribles. El solo llego a decir que había regresado a su casa porque su hijo lo necesitaba, y que según era por el hijo no por la tipa, que ellos no tenían nada. Cosa que yo no creí por supuesto. Pero bueno ese día discutimos y quedamos mal. El no declino su decisión, siguió viviendo en casa de su mujer, que a fin de cuenta era su esposa. Duramos una semana bravos. Un día nos vimos y seguimos la relación pero las cosas no eran iguales. Yo no tenía mucha confianza. El me juraba que no tenían nada, pero yo no creía mucho. La relación siguió normal. Yo por “amor” acepte ...