Vacaciones en Merlo 2 - Segunda parte
Fecha: 02/03/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
... contarle a Maxi, este le respondió.
-¡Che que copado encontrarse a un conocido acá!, le podemos decir que nos acompañe mañana a Pasos Malos.
No puede ser tan idiota, pensó Sofía, no se da cuenta de nada este pibe.
-Bueno, después vemos. – le contestó, tratando de modificar su mirada sombría.
Cuando bajaron del cerro pasaron unas horas en la reserva natural. No pudieron ver a los zorros, pero sacaron una buena foto al águila, cuando este bajó para llevarse el pedazo de carne que la jefa de Guarda parques puso en un plato. Sofía se sorprendió cuando vio que su novio devoraba con la mirada a otra turista, una morocha hermosa que resaltaba increíblemente en medio del gentío. Pero no sintió celos, se dijo que él nunca la engañaría y que lo máximo que se animaría a hacer era a mirar. Pero en su interior deseaba ardientemente que Maxi le diera un motivo para enojarse con él. Así, quizá no se sentiría tan puta por el deseo que sentía desde que se reencontró con Nahuel.
Llegaron al hotel a las cinco de la tarde. Se quedaron un rato afuera, sentados cerca de la pileta donde la noche anterior se había encontrado con su viejo amigo. Y precisamente ahí se lo cruzaron, y Sofía, a su pesar, tuvo que presentarlos. Otra vez se indignó con su novio, esta vez por ser tan simpático con Nahuel. Hasta lo invitó a cenar. Pero por suerte Nahuel si tenía tacto, y había notado la incomodidad de Sofía, así que inventó una excusa y los dejó solos.
-Copado tu amigo. –comentó Maxi. – Y ...
... qué facha tiene. Se va a levantar a más de una acá.
Al otro día Maxi amaneció enfermo. El cambio de temperatura que implicaba subir a los cerros, y luego bajar, y después meterse en el hotel con aire acondicionado, lo habían engripado.
Sofía estaba decepcionada, habían acordado ir hasta Pasos Malos después del mediodía.
-Andá con tu amigo. -le propuso él.
-¡¿Qué?! – se exaltó ella. -No, me quedo acá con vos.
-No seas boluda, ¿qué te vas a quedar a hacer acá todo el día? – retrucó él. – déjame que me quedo en cama, y ya para mañana estoy bien, andá a invitar a Nahuel, dale, yo voy a estar bien acá.
Ella no quiso discutir más, porque si se mostraba tan reticente a pasar la tarde a solas con su amigo, quedaría en evidencia.
-Bueno, si lo veo le digo. -dijo finalmente, pero en realidad tenía pensado salir sola, no quería correr el riesgo de estar a solas con Nahuel, porque le sería muy difícil no caer en la tentación.
Quiso la mala suerte (o la buena), que cuando se disponía a ir hasta la remisería con mochila al hombro, se encontró en la salida del hotel con Nahuel, que también iba de excursión.
-¿A dónde vas? – le preguntó él.
-A pasos Malos.
-¿Y tu novio?
-se enfermó, está en cama.
-¡Uy, pobre! – se compadeció él, aunque Sofía creyó adivinar una mueca de alegría en sus labios. – Yo también iba para allá, vamos juntos. – lo dijo con naturalidad, como quien dice cualquier cosa.
-Mirá, yo voy en remis, si querés vamos juntos, así pagamos a ...