1. Anita de tus deseos (capitulo 6)


    Fecha: 03/03/2018, Categorías: Incesto Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... llaves de las casas y el sábado estuvimos visitándolas. Finalmente, nos decidimos por una de las casitas de Tres Olivos. Dos dormitorios con baño arriba y abajo un despacho, salón y cocina. También tenía un garaje, un sótano y un jardín delantero y trasero. Una de las cosas que más me gustó es que el jardín trasero quedaba totalmente aislado del resto de las casas y nadie nos vería: podría tomar el sol en pelotas libre de miradas indiscretas.
    
    —¿Cómo lo vas a pagar? —pregunté a papá mientras regresábamos a casa.
    
    —Cariño, de eso no te preocupes. Además, esto me va a salir a “pelo puta”: ya te dije que es del banco.
    
    —Y ¿cuánto ganas en el banco?
    
    —Unos seis mil fijos… más ciertos incentivos. Pero cambiemos de tema: ¿has decidido ya que vas a estudiar en la universidad?
    
    —Pues no. Me atrae estudiar psicología, pero no sé.
    
    —Antes en tus cartas me decías que te gustaba la economía.
    
    —Y me gusta mucho todo lo que tenga que ver con la empresa y tal, pero no sé, son cinco años.
    
    —En esto no quiero influir en ti, pero deberías hacer algo en ese campo. Ten en cuenta que, por ejemplo, y solo es una idea, tengo catorce pisos más la casa familiar, que la vamos a dejar libre. Ahí tienes una base para empezar un negocio.
    
    —No lo he descartado papá, pero es que me da mucha pereza estar cinco años…
    
    —Pues haz una diplomatura. Creo que Empresariales son tres años, y si estudias cómo una burra igual lo puedes acabar en menos tiempo. O lo puedes complementar con algún ...
    ... máster o algo así.
    
    —No había pensado en eso.
    
    —Lo que si vas a hacer es informática y además desde ya, que he visto que estás muy verde.
    
    —Es que, en el cole, las brujas, lo más moderno que tenían era un ábaco, —respondí con humor. Papá se echó a reír.
    
    —Anda, no seas payasa.
    
    —Papá, no exagero.
    
    —Tengo un conocido que tiene una escuela de informática y que no cierra en agosto: mañana le llamo para que empieces el lunes.
    
    —Sí papá.
    
    Regresamos a casa un poco antes de cenar. Después nos sentamos un rato en el sofá mientras terminábamos nuestras copas de vino. Entonces papá empezó con el recital. Daba la sensación de que había sacado el manual por el capítulo uno e iba por orden. Directamente metió la mano entre mis piernas y alcanzó la vagina. Me estimuló mientras me besuqueaba la boca y cuándo la tuvo dura me hizo cabalgar sobre él y me penetró después de embadurnarse con lubricante. Estuve culeando mientras el me miraba y me sobaba las nalgas, las tetas y todo lo que tenía a mano. Llegué al orgasmo, pero papá no me dejó parar: dándome azotes en el trasero me obligo a seguir. Estuve mucho tiempo cabalgando y creo que tuve un par de orgasmos más. Estaba terriblemente cansada y todo mi cuerpo brillaba de sudor. Entonces, de improviso, me hizo descabalgar y poniéndome de rodillas me agarro por el pelo mientras se masturbaba con la mano.
    
    —¡Abre la boca! —ordenó. Le obedecí y un chorro de esperma se introdujo en el interior con una puntería asombrosa. Los ...
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