1. ¿Cena de negocios?


    Fecha: 05/03/2018, Categorías: Gays Autor: Maria4manos, Fuente: CuentoRelatos

    ... pude notar cómo un leve escalofrío acompañado de un pequeño suspiro de sorpresa salía de sus labios.
    
    Liberé mi mano y cogí una gota de nata que coloqué en su cuello. Inmediatamente después la susurre al oído "Antes de pagar la fianza de la mansión siempre hay que tratar con el vendedor y ver si es de confianza" y sin esperar a replicar, pudiendo salirme mal la jugada, comencé a saborear la nata y su cuello suavemente con mi lengua....
    
    ----
    
    (Ella)
    
    Si fueran otras circunstancias, su atrevimiento le hubiera salido muy caro. Pero en ese justo instante me dejé hacer. Su lengua saboreaba con deleite y algo de tensión mi cuello descubierto por sorpresa. Había sido una gran jugada, aunque un poco arriesgada de más. Poco nos importaba en ese momento... salvo por el amable ofrecimiento del diligente camarero que carraspeó levemente tras nosotros, indicando que ya estaba en disposición de atendernos debidamente.
    
    Me quedé como una estatua, mientras él se erguía con toda la diplomacia que había reunido. Susurró un "no gracias, todo está bien así", y yo tuve un instante de lucidez entre el bochorno y la risa: "Tráiganos una copa de Oporto, mínimo de 5 años". No estaba dispuesta a perder la magia por una minucia. Y así conseguí deshacerme del eficaz metomentodo.
    
    ----
    
    (El)
    
    Fue una gran salida de mi compañera... Con un asentimiento nuestro inoportuno camarero dejo la sala para ir a por las dos copas que pedimos.
    
    Al erguirme deje mis dos manos apoyadas en sus ...
    ... hombros, dejando sutilmente mis dedos gordos sintiéndolo todavía su piel.
    
    No podía haber sido más inoportuna la presencia... No podía quedar así, y ya que todavía tenía nata en el cuello, menos mal que era en el lado opuesto a la entrada, volví a agacharme y con una voz suave y entre risa dije... "Creo que es mejor que termine el postre... Todavía queda algo de nata que saborear" y sin más, abrí la boca levemente cogiendo parte de su piel y absorbí, lo suficiente para dejar su cuello limpio de nata. Cerré la boca lentamente sintiendo toda su piel y degustando el olor de su perfume, provocándole un nuevo suspiro.
    
    Me gire y regrese a mi asiento, momento justo en que entró de nuevo el camarero con nuestras dos copas mientras me termina de acercar a la mesa colocándome el paquete y cubriéndolo como pudiera para disimular mi plena erección
    
    ----
    
    (Ella)
    
    La cosa se estaba poniendo interesante. El camarero ultra eficaz trajo las copas tan rápido que apenas tuve tiempo de registrarme en la deliciosa sensación de ser lamida y husmeada por una presa que se cree que está en el otro bando. El muy atrevido camarero osó ofrecer de nuevo sus servicios, lo cual fue respondido con un gélido silencio y una mirada de las que utilizo para despedir incompetentes, salvo que en este caso era por exceso. Fue suficiente y Míster Diligente comprendió.
    
    Así pues nos quedamos solos de nuevo, con los restos del postre y el Oporto. Y él estaba tan excitado que podía sentir su tensión desde mi ...
«12...111213...16»