Soy un cornudo
Fecha: 06/03/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: capata, Fuente: xHamster
Nunca podré olvidar esta fecha, 29 de Octubre de 2015.Estaba delante de un semáforo en rojo, mi jornada laboral había terminado antes de lo previsto y me dirigía a entregar la furgoneta que en renting tiene alquilada la empresa donde trabajo. El disco estaba a punto de cambiar cuando delante de mí cruzó el flamante y costoso automóvil del jefe de mi esposa, pude adivinar la presencia de Alba, mi mujer, en su interior. Un impulso me empujó a seguirlos discretamente. Conduje tras ellos a una prudente distancia, se encaminaban hacia las afueras de la ciudad, me sorprendió la dirección que tomaban ya que la tienda de muebles donde trabaja mi esposa, a esas horas, debería estar abierta a los clientes.Aparcaron en la zona más apartada y discreta del pabellón donde juega el equipo de baloncesto de mi ciudad, me acerqué prudentemente y a unos escasos quince metros estacioné la furgoneta, de forma paralela al coche del jefe de mi mujer. Recliné el asiento para ocultarme, al parecer no se percataron de mi presencia.Alba y su jefe, Miguel Angel, parecían discutir dentro del coche, mi esposa movía enérgicamente sus manos.Miguel Angel es el dueño de una tienda de muebles con mucha solera y tradición en la ciudad, tiene cincuenta y ocho años de edad, millonario divorciado, medirá alrededor del metro noventa, muy fibroso y atlético, practicante de varios deportes, pádel, gimnasio y golf sobretodo, es un verdadero triunfador en la vida.Miguel Angel salió de su flamante coche y encendió un ...
... cigarrillo, pasados unos treinta segundos bajó mi esposa quedando a espaldas mía y delante de su jefe. Miguel Angel tiró su pitillo al suelo y asiendo a Alba de la cintura le propinó un tremendo beso, mi esposa agitó sus manos tratando de zafarse pero su jefe la asió por sus muñecas inmovilizándola. Mi pollita se puso muy dura y noté como mi líquido preseminal comenzaba a manchar mi slip.Alba cesó en su forcejeó y se abrazó a su jefe mientras las manos de Miguel Angel descendieron por la espalda de mi mujer hasta posarse en sus nalgas, sobándolas y magreándolas a su entero antojo.Un verdadero hombre hubiese dado la cara y peleado por su esposa, yo no pude o no quise hacerlo, el placer del morbo, el ver como otro hombre estaba metiendo mano a mi esposa me causó una excitación hasta ese instante desconocida y comencé a acariciar mi polla por encima del pantalón.Las poderosas manos del jefe de mi esposa se metieron debajo de la falda de Alba levantando la prenda hasta su cintura, dejando a la vista las nalgas de mi mujer cubiertas solamente por el fino hilo dental de su tanga. Alba, sumisamente, había apoyado su cara en el hombro de su maduro amante, y a la vez sujetaba la falda enrollada en su cintura, mientras Miguel Angel acariciaba y nalgueaba el culo de mi esposa.Volvieron a besarse, fue un beso sucio lleno de lujuria y obscenidad. Las manos del amante de mi esposa apretaban con dureza sus nalgas jugado con su hilo dental, mientras Miguel Angel haciendo fuerza introdujo su ...