Soy un cornudo
Fecha: 06/03/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: capata, Fuente: xHamster
... pierna entre los muslos de mi mujer.Contemplaba boquiabierto y babeando la escena mientras en el interior de mi furgoneta me la meneaba con desesperación. Alba se separó de su jefe, metió su cabeza por la ventanilla del coche quedando en forma de L, momento en que el cabrón de su jefe aprovechó para darla una tremenda nalgada ante las risas de mi esposa, Alba se irguió con su móvil en la mano.Miguel Angel giró a mi esposa quedando Alba a sus espaldas. Las manos de su jefe pasaron por debajo de las axilas de Alba aprisionando los pechos de mi mujer, el muy cabrón moviendo con fuerza sus caderas punteba a mi esposa, haciendo sentir su dura y enorme verga contra las nalgas de Alba.En ese instante mi móvil sonó, era mi esposa, tremendamente nervioso y muy excitado contesté a su llamada:Alba: hola, mi amor, ¿Qué tal?.Yo: aquí, trabajando, y ¿tú?.Volví la vista hacia donde la pareja “jugaba”, Miguel Angel sobaba con total impunidad las tetas de mi esposa, con sus manazas separó la melena de mi esposa y la besó en la nuca.Yo: ¿te ocurre algo mi amor?.Alba: nada mi vida, de repente me ha entrado un escalofrío.Yo: ten cuidado tesoro, ¿me llamas desde el trabajo?-Alba: si, bueno no, he tenido que salir con mi jefe a visitar a unos clientes.Mientras hablaba con mi esposa seguí contemplando como el hijo puta de su jefe la metía mano con total impunidad. Una de sus manos se introdujo por debajo de la falda de mi mujer, mi esposa abrió sus piernas para que su maduro jefe pudiera penetrar ...
... su depilado coño con sus dedos.Alba: te llamo porqué estoy muy caliente, quiero que hagamos el amor cuando llegues a casa.Yo: te deseo mi vida, me has puesto muy cachondo y quiero que goces.En ese instante Alba gimió como una verdadera perra en celo.Yo: ¿Qué te pasa cariño?, ¿Te has hecho daño?.Alba: Me he dado un golpe con algo muy duro, tengo que dejarte mi amor, te quiero, nos vemos en casa te esperaré sin bragas.Yo: Te quiero mi amor, disfruta y no dejes que el tirano de tu jefe te esclavice.La comunicación se cortó, Miguel Angel se reía con grandes carcajadas mientras le comía el lóbulo de la oreja a Alba. Su mano continuaba debajo de la falda de mi esposa, la cara de mi mujer reflejaba una mueca desencajada de placer y lujuria al sentir como los dedazos de su jefe profanaban el coño de una mujer casada.Tras un largo y prolongado morreo Miguel Angel abrió la puerta trasera de su coche y entró dentro, Alba le siguió. Me pasé al asiento trasero de la furgoneta dando gracias por tener los cristales tintados. Pude ver como su jefe arqueándose se bajo el pantalón de su pulcro traje y cogiendo del pelo a mi esposa tiró con fuerza hacia abajo. La cara de Alba quedó a la altura de su verga, su cabeza subía y bajaba al compás de los expertos movimientos de la mano de Miguel Angel. Incrementé el ritmo de mi masturbación.Alba, mi fiel y modélica esposa, que nunca me había hecho una felación pese a las veces que se lo he suplicado, se estaba tragando la verga de su jefe sin ningún ...