1. Algo natural


    Fecha: 08/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... depilado por los lados, solo tenía pelo encima del coñito, por lo que se podía adivinar su sonrosada almeja. Era la primera mujer que veía desnuda, y era una maravilla, pero también era mi madre y lo sabía, lo que hizo que pudiera controlarme y mantener mi pene en estado de relajación para mi alivio.
    
    - Venga, puedes mirarme todo lo que quieras que seguro que te gusta - Su comentario me cortó un poco y baje la cabeza, pero ella me levantó de la barbilla y añadió - que ayer bien que mirabas mientras me desnudaba y me secaba, así que deja la timidez y mírame a la cara.
    
    Así que se había dado cuenta de todo, aunque no parecía importarle, es más me estaba incitando a que mirara sin rubores y cara a cara. Sin duda le parecía algo natural.
    
    Nos metimos en la ducha, que no era muy grande, por lo que estabamos bastante apretados, me dio la vuelta y comenzó a enjabonarme la espalda con mucha suavidad, bajó por mi trasero, mis muslos hasta llegar a las piernas. Mi pene empezaba a despertarse. Se dio la vuelta y me dijo - Ahora te toca a ti.
    
    Empecé por los hombros, con muchísimo corte fui bajando por la espalda. Se dio cuenta y dijo que apretara más.
    
    - Frota más fuerte que no me voy a desgastar - Al llegar a la cintura mi mano se paró, no me atrevía a seguir. Ella cogió mi mano la plantó en medio de sus nalgas y añadió - El culito también hay que enjabonarlo, no te dé vergüenza.
    
    Mi excitación iba en aumento ya no podía controlarme y tenía una erección considerable que ya ...
    ... no sabía como disimular, situación que enseguida apreció mi madre.
    
    - Ahora de frente - dijo dándose la vuelta. Al ver mi picha se llevó las manos a la boca y exclamó - Pues si que estás hecho un hombre de verdad, si señor -
    
    Entonces me asusté, creí morir de vergüenza y me eché a llorar como un niño. Pensaba que me iba a llevar una regañina por estar así delante de ella. Pero una vez más me sorprendió.
    
    - No seas tonto, que eso a tu edad es lo más natural del mundo - A pesar de su comentario mi erección bajó y ni siquiera cuando le tocó el turno para enjabonarla cambió de estado.
    
    - Venga, te toca otra vez - dijo dándome el frasco de gel. Primero enjaboné su cuello, luego sus pechos, y atónito vi como sus pezones, preciosos, pequeños y oscuros, se erizaban. - Muy bien, lo estás haciendo muy bien, así me gusta - No podía creerlo, pero mi madre se estaba excitando con mis caricias. Eso, naturalmente, volvió a despertar mi pene - Vaya - añadió - veo que tu cosita vuelve a crecer. )Te gusta lo que me estás haciendo, verdad?
    
    - Si - dije a media voz.
    
    - Entonces sigue - dijo bajándome las manos por sus caderas, y con todo descaro separo sus piernas elevando una y apoyándola en el piso de la ducha. - Ahí también tienes que enjabonar - añadió señalándome sin duda su sexo abierto.
    
    Con lentitud lleve la mano a su pubis, enjaboné el poco vello que tenía y después bajé la mano. No lo podía creer, mi madre estaba totalmente mojada, estaba fuera de sí.
    
    - Vamos no pares, ...